En muy contadas ocasiones, las resoluciones que cada año aprueba la Asamblea General de Naciones Unidas cuentan con un resultado tan abrumador como la que presenta Cuba en contra del bloqueo que sufre la isla desde hace seis décadas.
Mientras Donald Trump se preocupa por enviar soldados para disolver las manifestaciones que se procesan en distintas ciudades de su país en rechazo al racismo y a su política belicista; Miguel Díaz Canel se empeña en enviar una Brigada de Trabajadores de la Salud de Cuba al Perú para combatir la epidemia del Coronavirus.
«Miles de estadounidenses hubiesen podido dormir esta noche con un respirador artificial. No lo tendrán. Su gobierno prefirió usar ese dinero para financiar la subversión en Cuba en los últimos años»
Solo en la intolerancia de los que rabian por el derroche solidario de una Isla socialista para el mundo, puede explicarse la absurda y falsa campaña de descrédito que contra los médicos cubanos pagan y alientan los enemigos de la Revolución.