Por Patricio Montesinos
La presidenta legítima de Brasil, Dilma Rousseff, fue depuesta de su cargo por el Senado, pero absuelta por la historia y los pueblos de la Patria Grande, tras la espectacular defensa que protagonizó ante el injusto juicio político que la derecha en su país le impuso para consumar definitivamente otro golpe de Estado en el gigante sudamericano.