Colombia enfrenta una nueva tragedia por deslaves tras fuertes lluvias en la andina ciudad de Manizales, que dejan al menos 18 muertos, cuando el país aún se recupera del alud que devastó a la sureña Mocoa a principios de mes, matando a más de 320 personas.
En su último balance oficial el miércoles, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) dio cuenta de 16 personas fallecidas y otras siete desaparecidas tras deslizamientos de tierra en 16 barrios, que dejaron 500 familias damnificadas y 80 viviendas con algún grado de destrucción.