#Bolivia, aunque chillen, #Evo va

Por Agustín Palermo (*)
En estos días el recuerdo de la vida de Fidel a un año de su partida física ha trascendido todas las fronteras geográficas, culturales, generacionales y filosóficas. Ya sabemos que todos los 25 de noviembre será una fecha de inyección revolucionaria en todo el mundo. Cada día siguen apareciendo más testimonios de dirigentes políticos, científicos, literarios, deportistas y gente de a pie que fueron impactados por la vida de ese Gigante de la Dignidad. Todo esto irrita a la caverna latinoamericana y al imperio, que no terminan de convencerse que Fidel es inmortal.
En medio de esos recuerdos llegó la noticia que todos los revolucionarios de América Latina estaban esperando, cuando el día 28 de este mes el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia autorizó que el presidente Evo Morales pueda ser reelegido para un cuarto periodo consecutivo. El presidente del TCP, Macario Lahor Cortez, declaró: "están justamente habilitando a esas personas a postularse, porque definitivamente el que elige es el pueblo boliviano". El fallo dice que promoverse libremente es un derecho humano que debe estar por encima de las limitaciones de la Constitución a la cantidad de periodos presidenciales para los que una persona puede optar. La decisión tomada por unanimidad no solo beneficia al actual presidente y a su vicepresidente, sino también a más de 150 legisladores, nueve gobernadores, 339 alcaldes y 3,500 concejales y consejeros.
No hay ningún delito en que Evo Morales pueda reelegirse, bien dice el TCP que el que elige es el pueblo boliviano, y a un político como Evo que ha dedicado su vida al servicio de su pueblo no se le puede limitar ese derecho.
Quienes hoy pegan gritos por la decisión del TCP no es ese pueblo boliviano históricamente marginado, excluido, explotado y empobrecido; el gobierno de Evo Morales es el único en la historia de Bolivia que les ha devuelto a todos ellos la dignidad. Quienes hoy chillan son los oligarcas que quieren recuperar el poder que tuvieron; son los que estaban acostumbrados a poner y sacar presidentes, los mismos que empobrecieron a los bolivianos y que trataban al indígena como sus sirvientes. La posibilidad de que Evo sea reelegido disgusta por supuesto también a Washington, cuyo títere Luis Almagro, viene de derrota en derrota, ayer en Venezuela y hoy en Bolivia.
Evo tiene el derecho a ser una vez más reelegido porque es un político que ha servido a su pueblo, y las fuerzas revolucionarias no pueden caer en ese juego de la llamada alternancia inventada por quienes siempre detentaron el poder (no podían faltar los que se dicen de “izquierda” y se prestan para ese juego). Son ingenuos que no entienden que está en cuestión un proyecto político revolucionario que como cualquier otro ocupa de liderazgos como el de Evo.
La posible reelección de Evo desespera a propios y extraños por las siguientes razones: 1) los logros sociales obtenidos al nacionalizar los hidrocarburos, 2) miles de vivienda, 3) incremento del salario mínimo (Bolivia es el segundo mejor de América Latina), 4) reducción de la pobreza (Bolivia pasó de una tasa de 34% a 15,1%), 5) la construcción de autopistas, vías y aeropuertos, 6) cuenta con 3000 centros públicos de salud de primer nivel y más de 200 en la atención de segundo nivel en todo su territorio nacional, 6) el acceso de agua potable a 85,2% de la población que vivió hasta una "Guerra del Agua" encabezada por el Banco Mundial de la mano de la compañía Bechtel, 7) ha entregado un millón 400 mil títulos de tierras a los campesinos e indígenas, 8) las personas de la tercera edad han sido tomadas en cuenta, al menos 900 mil personas reciben la "Renta de la Dignidad", 9) gracias a una inversión de más de dos mil 962 millones de dólares, duplicó el consumo de leche de 29 a 57 litros por persona cada año y 10) el gobierno destina hasta 14% de su presupuesto en educación.
No quedan dudas por qué es que las fuerzas reaccionarias maniatadas desde el Norte se oponen a la reelección.
Pero Evo como buen discípulo de Fidel va, aunque chille la oligarquía él va. Evo está arropado de dignidad y aprendió de Fidel que un revolucionario no se gradúa nunca ni abandona el campo de batalla. Por eso, recordando al Gigante de la Dignidad, hace algunos días expresó: “Hace un año, el comandante Fidel, dejaba este mundo para empezar el camino a la inmortalidad. Padre de los más pobres y constructor de la paz social, hermano Fidel nos enseñó que la dignidad es el arma moral más poderosa para liberar a los pueblos del mundo”. (Pensando Americas)
(*) Colaborador de Pensando Américas