La muerte de tres personas y la desaparición de otras 19, fue el saldo parcial de intensas lluvias de sábado y domingo en Chile, en la zona alta de la Cordillera de los Andes.

También las autoridades se vieron obligadas a cortar el suministro de agua potable ante la contaminación en el río Maipo, que afectó de forma total a más de millón y medio de personas, y parcialmente a seis millones en esta capital.

El Gobierno de Chile deberá desembolsar alrededor de 360 millones de dólares para cubrir las necesidades de los damnificados y los daños materiales ocasionados por los incendios forestales.

En realidad parte de esa cifra ya se utilizó para enfrentar la ola de incendios que sacude todavía al país austral, muchos de ellos provocados por negligencia o de forma intencional, en medio de un verano extremadamente seco, según señalaron fuentes oficiales.