#Venezuela: Una imagen vale más que mil palabras

Mayo 03, 2017

Por Patricio Montesinos

En el argot periodístico es muy común escuchar la frase de que una imagen vale más que mil palabras, y nadie puede dudarlo cuando observa la foto que encabeza este trabajo, la cual refleja la verdadera conducta de la derecha violenta venezolana.

Los llamados “opositores” a la Revolución Bolivariana no solo incendian hospitales infantiles, destruyen instalaciones al servicio del pueblo y “ocupan” camiones cisternas de combustible, sino también, violentan utilizando la tortura para imponer el terror en la sociedad, e incluso hasta asesinan a sus propios compatriotas.

La dura imagen, tomada en el Táchira venezolano y  publicada en la red social Twitter, habla por sí sola del actuar de los “antichavistas”, y augura al mismo tiempo lo que sucedería en Venezuela sí los ultraconservadores se hacen con el poder, como pretenden conseguirlo a través de la fuerza.

Esos “opositores” al presidente Nicolás Maduro y al proceso revolucionario que lideró Hugo Chávez son los que reciben financiamiento de Estados Unidos, y apoyo incondicional de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, y su actual Secretario General, Luis Almagro.

Son los mismos que la OEA y Almagro llaman “demócratas que luchan contra la dictadura de Maduro”, y que por tal razón son alentados desde territorio norteamericano, y también desde algunos países de Nuestra América donde imperan regímenes neoliberales.

Menudos “demócratas” esos que con la violencia, la tortura y el crimen quieren hacerse con las riendas de Venezuela, rechazando el dialogo y cuanta formula pacifica sea propuesta para poner término a la actual situación que vive la patria de Bolívar.

Sin estar en el poder ya utilizan métodos que recuerdan la Alemania, la Italia o la España fascistas, y las dictaduras “pinochetistas” que sojuzgaron a Latinoamérica a finales del pasado siglo, todas respaldadas por Washington, y de las cuales la OEA fue siempre cómplice.

La rabia de las oligarquías ante los gobiernos populares, como ocurrió con el de Salvador Allende, en Chile, es idéntica a la que destilan hoy los violentos en Venezuela, y en otras naciones de la Patria Grande donde tienen lugar procesos a favor de los más desposeídos y que abogan por  la unidad e integración regional.

Los representantes del neoliberalismo emplean todas las artimañas posibles para derrocar a las revoluciones, incluido el terrorismo y practicas fascistas. La imagen que acompaña esta nota periodística lo confirma. (Pensando Américas)