Solidaridad con Cuba, tras el atentado terrorista del 24 de septiembre
Solidaridad con Cuba, tras el atentado terrorista del 24 de septiembre
Nos enteramos -por la denuncia expresada por el Ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez-, que anoche la embajada de Cuba en Washington fue objeto de un cobarde ataque terrorista por parte de un hombre que arrojó dos cócteles Molotov contra el edificio.
Se trata del segundo ataque violento contra la sede diplomática en Washington: en abril de 2020, de hecho, un individuo disparó contra la embajada de Cuba, causando daños materiales a la estructura. El episodio debe compararse con otro atentado de la misma naturaleza y forma, perpetrado en julio de 2021 contra la embajada de Cuba en París.
Según datos oficiales, al menos 581 actos de terrorismo de Estado se han perpetrado contra representaciones diplomáticas cubanas desde el triunfo de la Revolución en enero de 1959.
Es hora de decir basta.
Si el ataque de ayer es ciertamente en gran medida fruto de los continuos discursos de odio de la extrema derecha residente en Miami, tolerados y apoyados por las distintas administraciones estadounidenses, hay que reiterar que son episodios que se alimentan por la política de aislamiento y estigmatización llevada a cabo por las principales potencias occidentales, resumidas en un bloqueo criminal.
El embargo contra Cuba es emblemático de una política de persecución por parte de Estados Unidos y su camarilla. De hecho, hace sólo dos días, la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Kristina Rosales, reiteró que pese a los llamamientos de la comunidad internacional, Washington no tiene intención de excluir al Estado caribeño de la lista de “grandes patrocinadores del terrorismo”(!).
Siempre hemos afirmado que Cuba no es otra cosa sino que el faro de una alternativa global al sistema capitalista y a la explotación masiva del hombre y de la naturaleza. Cuba lucha día tras día por el Socialismo, por una vida de paz, por la victoria del pueblo y ha demostrado durante la pandemia de la Covid-19 que es posible una gestión de las relaciones internacionales basada en la solidaridad y una alternativa a la depredación y la especulación. Lo sabemos bien en nuestro país, donde decenas de médicos cubanos acudieron al rescate en el momento más oscuro de la pandemia, así como lo saben cientos de miles de personas en todo el mundo que han recibido de igual manera la solidaridad de Cuba: precisamente por eso Estados Unidos está atacando, hoy más que nunca.
El imperialismo estadounidense (en fuerte declive tras su fuga de Afganistán en agosto de 2021) se está viendo fuertemente socavado por la desdolarización que los Brics, tras la última reunión sudafricana, ahora parecen estar dispuestos a iniciar, así como por las variadas y cada vez más amplias alianzas que el Sur global está construyendo como alternativa a la dominación occidental.
En este contexto, la presidencia cubana del G-77 que recientemente (ed. 15/16 septiembre) reunió a China y 134 países del Sur del Mundo -que representan el 80% de la población mundial- alrededor de una mesa en La Habana – a debatir los problemas relacionados con la compatibilidad social y medioambiental de un desarrollo económico que ahora es independiente de la orientación occidental, representa un problema importante para la administración estadounidense.
Cuba, que también asistió a la reunión de los BRICS en Johannesburgo, constituye una guía política y una mediación fundamental hacia una transición hacia la multipolaridad y contra el control coercitivo por parte de Estados Unidos y Occidente de los recursos energéticos y, más en general, del comercio mundial.
La alternativa a este sistema de poder de las relaciones internacionales entre pueblos y países existe, se revela cada día más en las relaciones que cobran vida, y está simbolizada por Cuba que, a pesar de 60 años de opresión por parte de su vecino americano y la Alianza Atlántica resiste, muestra al mundo todas las contradicciones de un sistema global de explotación, y se convierte en ejemplo de una manera diferente de entender las relaciones entre los pueblos.
La Rete dei Comunisti (Red de Comunistas); Cambiare Rotta (Cambiando Rumbo) – Organización Juvenil Comunista; y Oposición Estudiantil Alternativa (OSA) lucharemos no sólo para que cesen ataques cobardes como el de anoche, para que cesen los intentos de desestabilización llevados a cabo por los gusanos de Miami, y para que se levante el infame bloqueo económico, sino también para que que se reconozca el aporte de Cuba a la paz y la hermandad entre los pueblos.
¡Fin inmediato a los ataques terroristas contra Cuba!
¡Fin del bloqueo y las sanciones!
¡Solidaridad con el pueblo cubano!
(PA-Retedeicomunisti)