La #Paz tiene un puerto en #Colombia

Sep 26, 2016

Por Rocío Cardoso

Tras los colores de la Paz que hoy matizan la vida en Colombia, se agolpa la impronta de Fidel Castro, Líder de la Revolución cubana y el Comandante Hugo Chávez, por lo que no pocos entendidos  sobre el tema aseguran que, lo sellado en La Habana entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), no se debe a un hecho de la casualidad y mucho menos a un milagro.

Durante varios  años, Fidel dedicó  su intelecto y su labor política a la paz del mundo, a lo que por supuesto no escapó Colombia, al igual que lo hizo con Angola, Namibia y la lucha contra el Apartheid.

En los sueños de  Chávez también tenía un aparte especial la Paz en Colombia, que en algún momento le dijo a las FARC-EP que no eran los tiempos de la lucha armada, sino de confiar en el pueblo, y fue a partir de Chávez que comenzaron a desarrollarse movimientos progresistas en América Latina”.

Tal es así, que en no pocos encuentros durante los diálogos de Paz sostenidos en La Habana, el pensamiento de los dos líderes era referencia una y otra vez, y durante la firma del acuerdo para el cese de hostilidades  entre el gobierno de Colombia y las FARC-EP, el líder del grupo insurgente, Timoléon Jiménez, recordó la figura de Hugo Chávez como pieza fundamental en este proceso de Paz.
 
De esta manera Timochenko dio fe de que Chávez mantuvo ese empeño "hasta el último día", por lo que asegura que "cuando termine exitosamente (el proceso de Paz), como todos queremos, habrá que darle el merecido reconocimiento al papel que jugó”.

Entonces este lunes cuando en Cartagena se firme de manera formal el acuerdo, habrá una Colombia llena de esperanzas, de vida, con puertas abiertas hacia un futuro promisorio, con  estabilidad y justicia, como bien lo merece su pueblo, ese mismo pueblo que tendrá la decisión definitiva en octubre venidero en Referendo Nacional.

Ese 2 de octubre le corresponde a los colombianos  decir SÍ a la Paz, o de lo contrario alimentarán  las ansias y apetitos de quienes a lo largo de más de media centuria han engrosado sus bolsillos con marcados dividendos , con el amargo y triste negocio, que ha representado la guerra, el narcotráfico y el paramilitarismo en la nación suramericana.

Suenan las campanas de la Paz en Colombia y su eco cubre la Patria Grande, se empina más allá y se ensancha, a pesar que no pocos aliados al pensamiento retrógrado del narcotraficante y encubridor de paramilitares, como Álvaro Uribe Vélez,  apueste por boicotear la tan ansiada y necesaria Paz.

No será fácil el camino a transitar, pero fue hermoso para los hijos de la Patria Nuestra, ver a Juan Manuel Santos, presidente colombiano, entregar al Consejo de Seguridad de la ONU, el más reciente acuerdo alcanzado entre las dos partes.
Santos expresó emocionado: “aquí el resultado de este trabajo en el que todos han ayudado y es una contribución a la Paz del mundo”.

Colombia llega a la Paz y merece la Paz  tras casi un lustro al fin el acuerdo que el mundo mira con optimismo, pues se trata nada más y nada menos del fin de un conflicto que dejó sin vida a 220 miñ personas, y más de ocho millones de víctimas.

Por ellos, por Fidel y Chávez, que abonaron el camino levantando las cimientes, por los que ya perdieron la vida en el tortuoso conflicto, por las víctimas, porque Latinoamérica y el Caribe es zona de PAZ y sin Colombia estaría incompleto el acuerdo adoptado en La Habana en el 2014, por esas razones,  y porque colombianos y colombianas  lo merecen, abracen la PAZ, que es el camino a un mundo mejor y al equilibrio.

Por la seriedad  y firmeza para  decir adiós definitivo a las armas, está más cerca que nunca aquella frase que sobre el tema nos dejó Chávez: "El día que se firme la Paz en Colombia habrá fiesta en Venezuela y en el continente. Ya lo decía Bolívar: La Paz es mi puerto". (Pensando Américas)