Cepal: crecimiento regional bajo la amenaza del cambio climático
Cepal: crecimiento regional bajo la amenaza del cambio climático
Como en un castillo de naipes, el aumento de la temperatura global incrementará la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y éstos a su vez provocarán grandes pérdidas en el crecimiento y el empleo en la región.
Tal es la reflexión del informe presentado en Chile por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el que, además de analizar las proyecciones del Producto Interno Bruto (PIB), estudia el impacto de los choques climáticos en la creación de puestos de trabajo.
Esta área del planeta sufre con frecuencia de largos períodos de sequía que, en el caso de Chile, se prolonga desde hace 14 años y es la más grave de la que se tenga registro en el país.
En otras zonas, las intensas lluvias e inundaciones provocan desastres como ocurrió recientemente en Brasil, donde más de 160 personas murieron y cientos resultaron heridas en el estado de Río Grande do Sul.
El Caribe y Centroamérica, por su parte, experimenta desde hace años un aumento de la frecuencia de tormentas, ciclones y huracanes cada vez más intensos.
Según pronósticos de la Cepal, de 2025 a 2050 el crecimiento promedio del PIB regional será de 2,1 por ciento, pero si se agudizan estos fenómenos y no se adoptan políticas adecuadas de mitigación, bajará a 1,5.
De tal manera que tendrá repercusiones negativas también sobre el empleo y –de acuerdo con el estudio- dentro de 25 años podrían perderse 42,8 millones de puestos laborales.
Interrogado por Prensa Latina, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, explicó que los sectores más afectados serán la agricultura y el turismo, con el gran desplazamiento de personas tanto dentro como fuera de sus países.
Se estima que en la rama agrícola habrá una reducción de 10,9 millones de puestos y en la industria sin chimeneas de 4,4 millones.
SIN SOLUCIONES MÁGICAS
Para reducir el impacto del cambio climático en el crecimiento y el empleo, la Cepal propone implementar políticas de mitigación y adaptación, articuladas con otras destinadas al desarrollo productivo.
El proyecto del organismo regional plantea la necesidad de aumentar la inversión pública y privada en reformas estructurales, apoyar la creación de pequeñas y medianas empresas y un mayor desarrollo de industrias de alta tecnología, como la farmacéutica y la de dispositivos médicos.
Aunque no hay soluciones mágicas para aumentar la productividad, la Cepal menciona entre los sectores dinamizadores los vinculados con la transición energética (energías renovables, hidrógeno verde o litio), la electromovilidad y la agricultura y el turismo sostenibles.
El organismo de la ONU propone también ampliar las políticas públicas y para ello es importante avanzar hacia medidas tributarias progresivas que permitan incrementar la recaudación, al tiempo de reducir los niveles de evasión y elusión fiscales.
PROYECCIONES PARA EL 2024 Y 2025
En el informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe pronostica que la región continuará sumida en una trayectoria de bajo crecimiento este año, con un promedio de 1,8 por ciento, aunque para 2025 subirá hasta un 2,3.
El escaso incremento del Producto Interno Bruto en 2024 se observará en todas las subregiones y en América del Sur será de 1,5; en Centroamérica y México 2,2 y el Caribe, sin incluir Guyana, 2,6.
Esa situación la condiciona un contexto internacional incierto, marcado por el descenso de la economía, la contracción del comercio y las elevadas tasas de interés en el mundo.
Tambièn se suman las presiones inflacionarias, incluidas las referidas a los alimentos que erosionan el poder adquisitivo de los hogares, y aunque en los últimos tiempos hay una tendencia a la baja de este indicador, permanecerá en 5,9 por ciento en 2024 y 4,4 en el 2025.
La entidad de Naciones Unidas advierte que la situación puede verse agravada por una posible exacerbación de las tensiones geopolíticas y comerciales, así como por el empeoramiento de los efectos del cambio climático.
IMPACTO DEL BAJO CRECIMIENTO EN LA AGENDA 2030
En septiembre de 2015, un total de 193 Estados de la ONU fijaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que deberán cumplirse dentro de seis años, entre ellos el fin de la pobreza, hambre cero, salud, educación de calidad, igualdad de género y acción por el clima.
Sin embargo, de acuerdo con datos conocidos en abril pasado, de mantenerse el ritmo actual solo 22 por ciento de las metas fijadas en la Agenda 2030 se alcanzarán, 46 avanzan en una dirección favorable, pero no con la velocidad requerida y un 32 restante no llegaràn a lograrse.
Consultado por Prensa Latina sobre el impacto del poco crecimiento en el cumplimiento de los ODS, declaró Salazar-Xirinachs que efectivamente si la productividad y las inversiones son bajas, no hay financiamiento para transferencias sociales en salud, educación y otros sectores.
“Pero uno puede pensar esto en dos direcciones”, dijo, y explicó que los ODS requieren transformaciones en agua, saneamiento, enseñanza, empleo decente, nuevas tecnologías, infraestructuras y programas de capacitación que pueden mover las agujas del crecimiento.
El cumplimiento aunque sea de la mitad de los ODS puede ayudar a la región a salir de las tres trampas en que se encuentra sumergida: crecimiento bajo y volátil, alta desigualdad, poca movilidad social y baja capacidad institucional y de gobernanza.
(PA - PL)