La inescrupulosa descalificación contra Nicaragua se sustenta en mentiras y manipulaciones impuestas y difundidas de manera brutal por medios hegemónicos y plataformas virtuales que financian y alimentan retrógrados grupos de poder imperial y neocolonial y sus adeptos locales, para denigrar, someter y doblegar la voluntad soberana de los pueblos que deciden emprender su camino para construir, con autodeterminación, solidaridad y equidad, un modelo político, social y económico propio que fortalezca la convivencia y la paz, consolide su independencia y restituya la dignidad humana principalmente de los más desfavorecidos, acorde con la esencia del Evangelio de Cristo.