Billetera no mata un carajo
Por: Jorge Luis Ubertalli Ombrelli
A Sandino, que es de los muertos que nos llaman a combatir.
En mis cuatro años de estadía en Nicaragua Libre y Sandinista (1979/1983) incontables veces he presenciado y soportado, junto al pueblo todo, las provocaciones de los norteamericanos y sus aliados a fìn de intervenir en el país de Sandino.
Allende las fronteras con Honduras, bandas de mercenarios travestidos en ‘combatientes de la libertad’ creados por Reagan y su séquito de lamebotas castrenses del continente, incluidos, claro está, argentinos; travestidos en ‘anticomunistas’ y hasta en indios costeños, hubieron de montar variadas provocaciones que consistían en:
ingresar hordas contrarrevolucionarias por la frontera nicaragüense -hondureña para, ya en el territorio nica, asesinar a mansalva a campesinos, mujeres, niños, ancianos, destruir milpas, etc. Una vez realizadas sus fechorías y perseguidos por las fuerzas sandinistas llevaban como consigna regresar a su santuario.
una vez allí, la ‘misión’ consistía en bombardear el territorio nicaragüense a fìn de que las fuerzas del Ejército Popular Sandinista (EPS), las Brigadas Pablo Ubeda (BPU) del Ministerio del Interior, los Batallones de Infantería de Reserva (BIR) y luego los Cachorros de Sandino, los Batallones de Lucha Irregular (BLI), ingresaran a territorio hondureño aunque sea una pulgada para detener las agresiones. Cuando esto sucediera, su ‘misión’ era enseguida convocar, como buenos lacayos del imperialismo norteamericano, a los ejércitos del CONDECA y, por su vía, a la Infantería de Marina norteamericana para ocupar el territorio nicaragüense.
En una oportunidad, y en una entrevista periodística, el Comandante de la Revolución y Ministro del Interior, Tomás Borge Martínez, declaró: ‘Nuestros tanques y blindados sólo tienen combustible para llegar hasta la frontera con Honduras, a la que no cruzarán por más provocaciones que suframos’.
Esta realidad, conocida por mí con mis propios ojos y calzando mi fusil y mochila sandinista, fue la que vivimos en esos años ‘de plomo’ impuestos por el imperialismo norteamericano y sus hordas. No pudieron con nosotros.
No pudieron.
Ahora, en el momento más agudo de su decrepitud; cuando la sociedad capitalista, imperialista, sí, la del ‘occidente civilizado’, colonial, asesino de pueblos enteros, ya ha entrado en su indetenible decrepitud, los USAmericanos y sus nuevos ‘combatientes de la libertad’, ahora ucranianos nazifascistas emparentados con sionistas israelíes que, en pasadas épocas, habrían sufrido, por judíos, los ‘pogroms’ en Ucrania y otros lugares esteeuropeos, pretenden iniciar una guerra con Rusia. Pretenden, cuan pajarracos de alas desemplumadas y garras artrósicas, obligar al país de Lenin, agredido por los ‘civilizados’ durante todo el período de la Revolución Obrera y Campesina, a entrar en una nueva guerra.
Con los mismos métodos que utilizaron contra la Nicaragua de aquellos años, que utilizaron en Vietnam, Corea Socialista y otros, intentan llevar a Rusia a una guerra con un enano geográfico-político apoyado con armas, diplomacia, prensa mercenaria y… dinero, aportado por el imperialismo norteamericano y sus ‘aliados’-colonizados de Europa nucleados en la OTAN.
Presiones y millones de dólares emitidos por un país que provoca inflación mundial hace años y sólo supervive en relación a su complejo militar–industrial constituyen el motivo ‘patriótico’ e ‘ideológico’ de los payasos ucranianos y sus amigos de una Europa –Reino Unido al frente, junto a la piara anglosajona ultramarina siempre lista a enviar a sus hijos a morir por el ‘honor’ de sus lores y ricachones- con el c…al aire, esperando siempre la patada de los gringos, que se ríen de ellos mientras gozan con el espectáculo de una nueva confrontación fuera de sus fronteras.
Sin embargo, el mundo que soñaron sus próceres de cañoneras y soldados invasores ya no es el mismo.
Rusia les demostrará, al igual que China y los países que no comulgan con el tartufo del norte y no participan de la farsa mundial que hace tiempo ha montado, que por más provocaciones y agresiones que se ejecuten, siempre tendrán la última palabra.
Porque es la palabra de la humanidad que se niega a sucumbir ante la tendencia suicida y aventurera de los imperialistas.
Eso es más que cierto y es lo que sucederá.
Pero, si acaso los ‘occidentales’ creen que están jugando a tirar de la soga para ver quien afloja, ya saben que si uno la suelta de golpe o se corta el otro se cae. Y ya no se levanta. No se levantará mas.
Billetera no mata galán, no mata un carajo.
Nadie que se precie decente en este mundo sucumbirá a las extorsiones, amenazas y corrupciones de los democráticos occidentales.
Ya están a un paso del abismo.
El vacío insondable de la historia clama por ellos.