Por Claudia Espinoza*
En la dura batalla de las ideas, algunos medios de comunicación y periodistas hacen uso y abuso de la libre expresión para mentir, desinformar y difamar. En la última década, acelerada por las nuevas tecnologías, esa práctica ha sido una constante, que sólo ahora encuentra un freno legal y moral: dos fallos, uno de la justicia ordinaria y otro del Tribunal Nacional de Ética Periodística, obligaron a tres periodistas a retractarse de sus infundadas aseveraciones.