“La guerra de [el presidente de EE.UU., Donald] Trump contra Venezuela está en pleno desarrollo aunque sus dirigentes lo nieguen en público. Es una operación clandestina multinacional, un crimen a gran escala que se planea en la capital de EE.UU.”, ha denunciado este lunes el embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Con estas declaraciones, el representante de Venezuela aludía a la reunión secreta, celebrada el 10 de abril , de un grupo de expertos de EE.UU. con representantes de varios países regionales, en la que se planteó una intervención militar contra el mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) organizó el encuentro y contó con la participación de varios funcionarios y militares de EE.UU. y de Sudamérica.

También ha arremetido contra la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) por participar en la reunión antivenezolana. Crímenes de agresión no son “ayuda humanitaria”. Solo mentes enfermas pueden apoyar la destrucción de sociedades usando como máscara los derechos humanos, denuncia.

Moncada insiste en que “en esa reunión secreta se planeó como impulsar una guerra contra Venezuela”.

La situación en Venezuela se ha agravado desde enero de este año, en concreto tras el intento de golpe de Estado de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) venezolana —controlada por la oposición y en desacato desde 2016—, quien se autoproclamó “presidente interino” del país con el apoyo de EE.UU.

Desde entonces, Washington se ha esforzado al máximo para derrocar al Gobierno de Maduro con una amplia campaña de presión militar y financiera sobre Caracas.