Una prohibición política impidió que el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel pudiera cumplir su solicitud de visitar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado en la ciudad de Curitiba.

En un despacho emitido la víspera, la jueza Carolina Moura Lebbos -quien la semana pasada impidió que nueve gobernadores se encontraran con el exdignatario- negó la autorización para que Pérez Esquivel inspeccionara la Superintendencia de la Policía Federal, donde permanece como preso político el ex dignatario.

'La visita de Esquivel tiene base jurídica innegable. La prohibición es política', suscribió el analista Paulo Moreira Leite, para quien la jueza federal de Curitiba realizó de ese modo una nueva tentativa de hacer al país andar para atrás.

La decisión de prohibir al luchador argentino por los derechos humanos visitar a Lula implica rechazar las Reglas de Mandela, reconocidas por la Organización de Naciones Unidas como padrón mínimo del respeto debido a los prisioneros del mundo entero, señaló.

El veto, subrayó Moreira Leite, tiene como finalidad impedir que la autoridad universal de un Premio Nobel de la Paz, la más importante condecoración del planeta, sirva para denunciar la inmensa injusticia cometida contra Lula.

Pérez Esquivel participó anoche en Curitiba de la segunda edición del Circo de la Democracia y allí manifestó no saber todavía si podría ver a Lula, como solicitó, porque 'tenemos dificultades'.

No quiero hablar de los jueces, dijo y enseguida afirmó que 'vamos a seguir reclamando' ese derecho.

Promotor de una campaña para nominar a Lula como Premio Nobel de la Paz, al presentar el pedido a la justicia en Paraná, Pérez Esquivel señaló que su condición de presidente de un Organismo de Tutela Internacional de los Derechos Humanos y de Nobel de la Paz lo facultan para constatar las condiciones en que cumple condena Lula.

Las inspecciones como ésta tienen amparo en las llamadas Reglas de Mandela y en la Reglas Mínimas de la Organización de las Naciones Unidas para el Tratamiento de Presos, indicaron especialistas.

En recientes declaraciones al diario digital Brasil 247, el Nobel argentino advirtió que negarle el permiso para visitar a Lula provocaría un vejamen internacional en la reputación de un país que comienza a ser mirado con desconfianza, tras deponer a una presidenta electa y condenar sin pruebas al candidato favorito a las próximas elecciones. (Pensando Américas-Prensa Latina)