#MNOAL, una respuesta al mundo enfermo
Por Gabriel Villalba Pérez*
El mundo constituye un escenario de estrategias, tácticas y alianzas; en el cual los estados, que son los principales sujetos de derecho internacional, política y diplomacia, disputan en un determinado sistema de reglas comúnmente acordadas sus intereses geopolíticos.
Pero la historia del sistema mundo, es mucho más compleja. Tras la segunda guerra mundial con la conformación del orden bipolar (EEUU y la URSS); los países africanos y asiáticos que conseguían su independencia marcados por el fuerte colonialismo europeo y Latinoamérica en su conjunto comenzaron a preguntarse lo siguiente:
¿Qué sucede cuando los estados no se encuentran en igualdad de condiciones, las potencias mundiales transgreden desde la dignidad de los Estados hasta su soberanía, cuando los intereses geopolíticos de las potencias se tornan contrarios a un desarrollo armónico mundial y más bien intentan subsumir a los Estados en determinados esquemas de dominación?
Respondiendo a esta interrogante; inmerso el mundo en un estado emocional y cultural colectivo de enojo, frustración, temor por lo que pudiera pasar durante la Guerra Fría; surge el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) con un posicionamiento político e ideológico bastante claro: Garantizar la autodeterminación de los pueblos oprimidos y la lucha constante por la completa independencia política de sus países miembros.
Tras la caída del muro de Berlín en 1989 y la disolución de la URSS en 1991 el movimiento reflexionó su papel en la geopolítica internacional, negó el fin de la historia y más importante aún identificó el peligro de la hegemonía norteamericana.
En la actualidad los 120 países miembros (53 de África, 39 de Asia, 26 de América Latina y el Caribe y 2 de Europa) del Movimiento constituyen un bloque importante en la toma de decisiones políticas globales con el objetivo de favorecer el desarrollo participativo desjerarquizado; se plasma en su concepción ideológica el repudio al sometimiento; el impulso por la visibilización de los excluidos a través de estrategias económicas e informativas; se enfatiza la agenda de cooperación sur – sur y se plantea una nueva visión de la geopolítica apartada de las lógicas de dominación, sometimiento y conquista; una geopolítica de liberación por la independencia de los pueblos sometidos política, militar, económica, mediática y culturalmente.
Los desafíos del MNOAL son los que las potencias no se plantean, porque precisamente son las potencias las que alientan las guerras, conflictos armados, crisis humanitarias de refugiados, golpes parlamentarios y mediáticos a los procesos democráticos e intervencionismo como negocios muy lucrativos.
El sistema mundo se desarrolla desde la lógica de dominación centro – periferia de las potencias sobre el resto de los países. El desarrollo de una política internacional de bloques en un mundo multipolar trata de superar ese planteamiento geopolítico y lograr de forma efectiva a partir de intereses comunes una construcción desde abajo, por los de abajo. Se está planteando una alternativa coherente a las estructuras verticales que sostienen el sistema mundial que evidentemente están en decadencia.
La misma composición jerárquica, una suerte de burocracia mundial en un estado – mundo es criticada actualmente.Los movimientos sociales mundiales aún trabajan en propuestas desde la acción para superar los mecanismos obsoletos mundiales que terminan sin resolver las grandes contradicciones de la modernidad. Los movimientos tienen algo claro: Que una nueva reconfiguración mundial con una estructura vertical no es la alternativa, porque demostró no solucionar los grandes problemas de la humanidad.
Estamos viviendo en este mundo multipolar una suerte de comunitarismo que va adquiriendo más fuerza y relevancia en el mundo porque expresa la alternativa a un síntoma claro de enfermedad que no es más que la protesta constante ante el mundo enfermo en el que se vive, no es que nosotros como individuos estemos enfermos y podridos, es que el mundo como tal lo está. Nosotros solo vivimos en ese mundo, pero podemos tomar la decisión de cambiarlo y simplemente maquillarlo.
El MNOAL, expresa y representa precisamente eso, ese cansancio acumulado de las grandes mayorías mundiales a las cuales se les prohibió autodeterminarse y amenazó con el sometimiento. Un sometimiento del que aún nos está costando liberarnos. El MNOAL es una esperanza pero también un instrumento de lucha, dependerá de sus líderes empoderar con ese instrumento a sus pueblos.
*Militante de la Generación Evo, conductor del programa radial y televisivo Sangre Combativa. (Pensando Américas-Diario boliviano Cambio)