Martí y una mirada vigente sobre América

Ene 28, 2021

Por Isaura Diez Millán

La Habana, 28 ene. José Martí, el más universal de los cubanos, publicó hace 130 años el ensayo Nuestra América, texto representativo de su estrategia revolucionaria y visión sobre Estados Unidos que aún hoy refleja los retos del continente.

Así lo explicó en exclusiva con Prensa Latina, la profesora emérito de la Universidad de La Habana, Francisca López, quien enfatizó además que el Apóstol cubano alertó sobre el plan de acción norteamericano como hegemón creciente y sus ambiciones sobre América Latina.

'Martí reflejó en el escrito su preocupación respecto a la Primera Conferencia Internacional Americana, convite organizado por Estados Unidos entre 1889 y 1890 para mostrarse ante los países del continente como ejemplo de modernidad y democracia con el fin de hacer valer sus intereses respecto a la región'.

En opinión de la investigadora, Washington buscaba en este momento 'librar en América Latina sus batallas con Europa y lograr el predominio en el mundo'.

Por su parte, el joven historiador cubano Hassan Pérez, considera que el ciclo abierto con esta primera conferencia tiene su culminación décadas más tardes en 1948 con la creación de la Organización de Estados Americanos.

'Es entonces que Estados Unidos pone el punto final a ese diseño de visión periférica panamericanista donde lo que está presente como sustrato es el ideal de la doctrina Monroe', comentó.

Ambos especialistas coinciden en que el ensayo Nuestra América muestra la madurez del pensamiento político y de los amplios recursos literarios de un Martí que desde 1880 conoce la sociedad norteamericana y sus transformaciones.

La profesora López señala como antecedente de este texto el discurso Madre América (1889), 'donde Martí hace una historia comparada entre la evolución histórica de Estados Unidos y América Latina para demostrar por qué son diferentes'.

Luego publica en La Nación de Buenos Aires (Argentina, 1889) un artículo donde afirma que ha llegado para la América española la hora de declarar su segunda independencia, en referencia a la necesidad de desprenderse de la influencia creciente del vecino norteamericano.

'En este sentido, el ensayo martiano defiende una verdadera transformación social que no ocurrió con la instauración de las Repúblicas porque sectores como el indio, el negro o el criollo continuaron desfavorecidos frente a los poderes internos', subraya la doctora en ciencias históricas.

En consonancia con lo anterior, Hassan Pérez subraya que las élites domésticas seguían la copia mimética de la realidad europea como ejemplo de sistema político y miraban en Estados Unidos su concepción industrial.

'Ante este escenario, la prosa de Nuestra América contempla el rescate de la identidad e ideosincrasia de los pueblos de cara a la necesaria transformación en busca de una obra nueva, de la emancipación y reivindicación', agregó.

Ambos historiadores explican a Prensa Latina que el texto alerta sobre el vecino que desconoce y desdeña a los pueblos del continente, pero también insta a la unidad como estrategia urgente para hacerse valer.

'(…)álos árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes', refiere el ensayo.

En opinión de los especialistas, 130 años después y con una nueva administración en la Casa Blanca en apariencia divorciada de los exabruptos de la anterior, las pretensiones de Washington sobre la región no han cambiado, sino que se agazapan bajo nuevos instrumentos de dominación.

'Hoy más que nunca los pueblos están abocados mediante procesos unitarios a resistir y vencer ese desprecio del imperialismo y a entender a Martí cuando describe al tigre de afuera, que no se le siente llegar porque viene con zarpas de terciopelo', agregó Pérez.

El ensayo Nuestra América, los Versos Sencillos y el discurso Con todos y para el bien de todos (1891) devinieron muestras representativas del pensamiento del Héroe Nacional de la isla y antecedieron la creación por él del Partido Revolucionario Cubano en 1892.

Martí trabajó en Estados Unidos por la unidad de la emigración cubana, como organizador del reinicio de la guerra independentista, representante diplomático de naciones latinoamericanas y escritor de varias publicaciones en la región hasta que regresó a la nación caribeña.

Nació un día como hoy de 1853 y murió en combate el 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos (Oriente).

Pocas horas antes de morir escribió: 'Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber (...) de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América'.

(Pensando Américas-Prensa Latina)