La huella de #Fidel en la Comunidad del #Caribe
Por Ana Teresa Badía
El 8 de diciembre de 2005, el líder de la Revolución cubana Fidel Castro, aseguraba en la Segunda Cumbre Cuba-CARICOM, en Barbados: “Apoyamos los esfuerzos de nuestros hermanos caribeños para consolidar su integración regional y, como siempre, Cuba está dispuesta a brindar su modesta cooperación en las áreas en que ello sea posible. Los pueblos de la Comunidad del Caribe podrán contar siempre con el respeto y la amistad de Cuba”.
Aquella sentencia confirmaba las relaciones entre Cuba y la Comunidad caribeña que remontan al 8 de diciembre de 1972 cuando cuatro países -Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago- establecieron relaciones diplomáticas con el mayor archipiélago de las Antillas.
Fidel fue uno de los máximos impulsores de la iniciativa, sobre todo porque permitía compartir una historia común y hacer frente al poder colonial tradicional. “Los países industrializados y ricos se resisten a aceptar la concesión de un trato especial y diferenciado a los países que, como los de CARICOM, no solo lo requieren sino que es su derecho. Olvidan su deuda histórica con nuestro desarrollo, incumplen sus promesas, saquean nuestros recursos humanos, cobran una y otra vez una deuda inmoral varias veces pagada, mientras hablan demagógicamente de libertad de mercados”, sentenciaba el líder cubano.
El legado de Fidel en su lucha por la integración del área y por la eliminación del colonialismo permanece en cada paso hoy de la CARICOM. Él contribuyó a que se contemplaran como temas permanentes del mecanismo: la necesidad de incrementar el nivel de vida y trabajo de las naciones de la región, de disminuir el desempleo y de coordinar el desarrollo económico sustentable.
Las luchas de Fidel y su pueblo durante más de medio siglo han complementado las esperanzas, aspiraciones y deseos de esa Comunidad. (Pensando Américas-CubaDebate)