Invocación de Carta Democrática intenta destruir legado latinoamericanista de Chávez
3 de junio, 2016
Por Modaira Rubio
EEUU busca imponer a sangre y fuego el panamericanismo en la región Invocación de Carta Democrática intenta destruir legado latinoamericanista de Chávez.
La intención explícita de la invocación de la Carta Democrática es propiciar una intervención extranjera en los asuntos internos de nuestra nación, tal y como lo evidencia la presión y el lobby que realiza la contrarrevolución venezolana en distintas instancias internacionales ante gobiernos socialdemócratas y de centroderecha, y ante personalidades, incluso de la farándula mundial como Madonna o Antonio Banderas, que de una u otra manera se presten a contribuir con la “satanización de la Revolución Bolivariana”.
Tras el golpe de Estado parlamentario en Brasil y el circunstancial retorno del neoliberalismo en Argentina, la arremetida es contra Venezuela. Se busca hacer creer que la región gira hacia la derecha tras el supuesto fracaso del modelo integracionista antiimperilaista, anticapitalista y bolivariano que palnteó hace una década el Comandante Hugo Chávez, para revertir el panamericanismo pro estadounidense que se había impuesto en el sistema interamericano. En el actual contexto del golpe no convencional en el que se encuentra Venezuela, la suspensión del país sería evaluada como una sanción más bien de carácter moral al Gobierno Bolivariano al considerar que no cumple con el requisito establecido en la Carta de promover y defender la democracia y los derechos humanos.
La medida se traduciría en un aislamiento diplomático y eventualmente comercial, al suspenderse algunos acuerdos y convenios, por tanto recrudecería la Guerra Económica y probablemente acentuaría el desabastecimiento de rubros importados con miras a desestabilizar el orden democrático e institucional interno. La activación de la Carta Democrática sería un aval para dar el ejecútese pleno al Decreto Obama e imponer sanciones económicas a instituciones como el Banco Central de Venezuela o Petróleos de Venezuela (Pdvsa); criminalizar a funcionarios de todos los poderes públicos del Estado venezolano incluyendo al mismo Jefe del Estado y finalmente propiciar una intervención militar estadounidense.
El Informe de 132 páginas presentado por Almagro, para EEUU busca imponer a sangre y fuego el panamericanismo en la región Invocación de Carta Democrática intenta destruir legado latinoamericanista de Chávez justificar la invocación, advierte de una supuesta violación de derechos humanos, la situación de los “presos políticos”, la “crisis humanitaria”, la corrupción y la falta de ética política; la criminalización de la protesta, entre otras circunstancias que derivan en una supuesta alteración grave del orden democrático.
Almagro no piensa en los derechos humanos cuando los viola el Gobierno estadounidense, como es el caso de las atrocidades denunciadas en la prisión ilegal de Guantánamo, o el caso de Oscar López Rivera, independentista puertorriqueño que cumplió 35 años en una cárcel por pedir la descolonización de la tierra donde nació; también se olvida de la verdadera crisis humanitaria que se está produciendo en La Goajira colombiana, donde el gobierno de Juan Manuel Santos no ha podido impedir la muerte por hambre de más de cinco mil niños indígenas; la falta de ética y de transparencia del Gobierno interino y golpista de Michel Temer, que en menos de un mes ha tenido que desprenderse de varios ministros acusados de corrupción, incluyendo el de Transparencia, Fiscalización y Control, Fabiano Silveira; las decenas de heridos que dejó ayer la represión policial de la manifestación de “los sin techo”, en el centro de Bogotá. En todos estos casos se encuentran entonces justificaciones para “invocar” la Carta Democrática contra un gobierno. Recientemente Almagro concedió una entrevista a un medio uruguayo donde señaló que “la cantidad de pobres creció más que en ningún otro país del mundo, los niveles de corrupción están hoy arriba de todos los países latinoamericanos” y “no puede haber un régimen de izquierda con presos políticos. Todas esas variables acumuladas (...) sacaron completamente de la izquierda al Gobierno de Venezuela”.
Almagro da por sentada “la salida de la izquierda del Gobierno”, lo que resume su posición ideológica y política en favor del neolibearlismo y la derecha, además de mentir descaradamente sobre la situación del país. Al parecer, Almagro quiere pasar a la historia como el “destructor” del sueño bolivariano integracionista, antiimperialista y nuestroamericano del Comandante Chávez. Pero es seguro que los pueblos no lo permitirán.
(De Correo del Orinoco)