Intervención del Ministro Rodrigo Malmierca Diaz, en la II Cumbre Empresarial de las Américas

Abr 10, 2015

Presidencia:

Autoridades gubernamentales y de organismos internacionales y regionales

Líderes empresariales e invitados:

La inserción económica de Cuba en el ámbito internacional se ha ampliado y diversificado durante las últimas décadas.

A pesar del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos de América, se han desarrollado vínculos con un mayor número de países, con resultados concretos y crecientes en el comercio, las finanzas, las inversiones y la cooperación. Cuba mantiene relaciones comerciales con más 75 países y su intercambio comercial se ha triplicado en los últimos 10 años.

Los países de Las Américas tienen un peso importante en las relaciones económicas de Cuba con el exterior.

En particular, estos lazos se han estrechado con América Latina y el Caribe, a partir del reconocimiento de la importancia de la complementación económica. Reflejo de esta decisión de los países latinoamericanos y caribeños es el desarrollo y fortalecimiento de mecanismos de integración como MERCOSUR, CARICOM, PETROCARIBE y la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América, ALBA-TCP, entre otros. Cuba se ha insertado en este proceso, promueve su fortalecimiento y ha suscrito acuerdos comerciales y de cooperación con gran parte de los países de la región.

Canadá, por su parte, ocupa el primer lugar entre los mercados emisores de turistas a Cuba y contamos con un activo comercio, así como con inversiones de ese país en sectores de importancia entre los que destacan la minería, los hidrocarburos y la generación eléctrica.

En el caso de los Estados Unidos de América, a pesar del interés de diversos grupos empresariales y políticos de ese país en establecer o incrementar los vínculos económicos con entidades cubanas, las relaciones son limitadas por la vigencia de la política de bloqueo. Las restricciones para el uso del dólar en las transacciones, la imposibilidad de exportar productos cubanos o utilizar créditos comerciales, las regulaciones que dificultan la transportación, entre otras prohibiciones, obstaculizan el comercio e impiden las inversiones en Cuba.

La presencia de Cuba en esta Cumbre Empresarial de Las Américas con directivos de un grupo representativo de entidades, entre las que se encuentran grandes compañías, cooperativas y pequeños negocios privados, será provechosa para continuar identificando intereses mutuos y estableciendo alianzas en beneficio del desarrollo de nuestras economías, así como dar a conocer nuevas oportunidades de comercio e inversión en nuestro país.

Para hablar de la economía cubana resulta imprescindible mencionar muy brevemente algunos antecedentes que han determinado su evolución y estado actual.

Tras la desaparición de la Unión Soviética y el Campo Socialista, Cuba se enfrentó a una crisis económica sin precedentes, que originó la pérdida de más del 75% del intercambio comercial y aproximadamente del 35% del Producto Interno Bruto en un período de cuatro años.

La crítica situación económica que tuvimos que enfrentar a partir de la década del 90 del siglo pasado se ha ido superando paulatinamente.

Vale mencionar la mejora de los equilibrios macroeconómicos, la reducción del déficit público y el control de las tasas de inflación en niveles bajos y aceptables. En los últimos 10 años el Producto Interno Bruto ha crecido a un promedio anual de 4,9% y aunque desde el 2011 se ha producido una desaceleración y en 2014 el crecimiento fue solo del 1,3%, para el 2015 se ha previsto una recuperación y se proyecta una tasa superior al 4%.

Otro aspecto a destacar es la recuperación de los ingresos por exportaciones, que han permitido mejorar los saldos del comercio exterior y contar con una balanza comercial de bienes y servicios superavitaria.

Al mismo tiempo, como resultado de la prioridad otorgada por la Revolución a la educación y a la formación del capital humano, se ha ido modificando la estructura de las exportaciones cubanas, pasando de un modelo mono-productor basado en Azúcar y otros bienes primarios, a una recomposición en la que juegan un papel importante los servicios, fundamentalmente de salud y turismo, que concentran el 70 % del total de las exportaciones, y bienes de mayor valor agregado, como medicamentos y productos biotecnológicos.

Se ha retomado la política de cumplir los compromisos financieros externos asumidos. Como parte de ese proceso, la deuda externa se ha venido renegociando de forma gradual, suscribiendo importantes acuerdos con México, Rusia y Japón, entre otros países, y se inicia el proceso de renegociación con el Comité ad hoc del Club de París. Como se ha expresado por la dirección del Gobierno cubano, continuaremos honrando estrictamente los compromisos asumidos en el reordenamiento de las deudas con nuestros principales acreedores.

A pesar de la compleja situación económica que Cuba ha tenido que enfrentar, hemos obtenido logros en materia social que han sido reconocidos internacionalmente.

Hoy Cuba muestra con orgullo altos estándares de educación; indicadores de salud de la población comparables con los de países del primer mundo; significativos logros en materia de igualdad de género; amplios avances en el ámbito de la sostenibilidad ambiental; y reconocimientos en cuanto a la atención a la infancia y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Además, Cuba se ubica entre los países de América Latina y el Caribe con mayor Índice de Desarrollo Humano y es obligada referencia en materia de equidad en la distribución del ingreso, basada en el precepto de que el pueblo es dueño de los recursos y medios de producción fundamentales y, en su condición de propietario, es legítimo receptor de los beneficios sociales que he mencionado.

Nuestro compromiso social no ha estado restringido a las fronteras nacionales, sino que los logros alcanzados en algunas de estas esferas, modestamente se han puesto a disposición de otros pueblos. Hemos brindado ayuda solidaria en más de 160 países en desarrollo, en especial en materia de salud y educación, a través de programas como la Operación Milagro, la Escuela Latinoamericana de Medicina, el método de Alfabetización “Yo Sí Puedo” y el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Epidemias “Henry Reeve”, que ha trabajado en situaciones extremas como los terremotos de Pakistán y Haití o el enfrentamiento al Ébola en África.

Estos y otros resultados que enaltecen el compromiso del gobierno de Cuba con su pueblo y con la humanidad, solo han sido posibles gracias a la obra de la Revolución.

En la actualidad nos hemos propuesto llevar adelante un proceso de transformaciones para lograr que el socialismo que construimos sea próspero, eficiente y sostenible.

Estamos enfrascados en el proceso de actualización de nuestro modelo económico y social sobre la base de Lineamientos conformados a partir de los resultados de una amplia consulta popular, debatidos en asambleas con participación de millones de personas antes de ser aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y en la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Como parte de este proceso, trabajamos en la definición de aspectos conceptuales y en la implementación de estrategias y políticas basadas en la conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista; y la elaboración del Programa de Desarrollo Económico-Social del país de largo plazo, que contendrá una visión estratégica hasta el 2030.

A su vez, se avanza en el perfeccionamiento de aspectos esenciales como:

  1. El sistema de planificación socialista.
  2. La evaluación integral del papel de las instituciones nacionales y territoriales, que ha permitido llevar a cabo un proceso de paulatina descentralización de facultades hacia el sistema empresarial.
  3. El funcionamiento de las empresas.
  4. El reconocimiento y desarrollo de otras formas de propiedad y gestión cooperativa y privada.
  5. La definición de diversas políticas, como la del Desarrollo de las Fuentes Renovables y el Uso Eficiente de la Energía, encaminada a cambiar la matriz energética y lograr un 24% de generación por fuentes renovables en 2030, y la de Inversión Extranjera, tema en el que me detendré brevemente.

La participación del capital foráneo en la economía cubana no es un fenómeno nuevo. En las dos últimas décadas del siglo pasado comenzó su promoción y se definió un marco regulatorio inicial. Aunque se logró acceder a financiamiento, así como a algunas tecnologías y mercados externos, los resultados alcanzados no fueron satisfactorios.

En esta nueva etapa hemos ampliado nuestra visión sobre el papel de la inversión extranjera, reconociéndola como un elemento activo y fundamental para el crecimiento de determinados sectores y actividades económicas. Esta afirmación se sustenta en el estudio de las metas de crecimiento e inversiones proyectadas y en el cálculo de que necesitamos alrededor de 2 mil 500 millones de dólares anuales de inversión foránea para estimular un crecimiento que devenga en desarrollo, prosperidad y sustentabilidad para nuestro proyecto socialista.

Para adecuar el marco regulatorio al contexto actual, el Parlamento cubano aprobó una nueva ley que ofrece garantías e incentivos a los inversionistas extranjeros, establece reglas claras y mayor transparencia, así como respeto a la soberanía de la nación en beneficio mutuo.

Además, fue elaborada y publicada una diversa y amplia Cartera de Oportunidades de Inversión Extran­jera, que constituye una herramienta esencial en el proceso de atracción del capital foráneo.

La Cartera, que será actualizada sistemáticamente, cuenta con 246 proyectos ubicados en todas las provincias del país por un monto total de 8 mil 710 millones de dólares y abarca 11 sectores decisivos como el agroalimentario, la industria farmacéutica y biotecnológica, el turismo, la energía renovable, la construcción, la prospección petrolera, la minería, la industria, entre otros.

Cuba no sólo ofrece al capital extranjero los incentivos contenidos en la nueva Ley y la definición de proyectos previamente evaluados que se corresponden con la estrategia de desarrollo nacional; además pone a su disposición otros atractivos como:

  1. El potencial científico resultante de las inversiones realizadas durante más de 50 años en la esfera de la educación y el desarrollo científico.
  2. La disponibilidad de una fuerza laboral calificada con especialización en sectores de alta tecnología como la biotecnología, la química especializada, la farmacéutica y el software y de los servicios como el turismo y la medicina.
  3. La ubicación geográfica privilegiada, que le confiere al país atractivos como centro productivo y comercial para la región.
  4. Las condiciones naturales que representan ventajas comparativas en la actividad turística.
  5. La existencia de infraestructura de transporte, comunicaciones e industrial relativamente amplia y diversificada, resultado de los recursos inversionistas destinados a estos fines en la segunda mitad del Siglo XX, que permiten disponer en la actualidad de carreteras y aeropuertos, así como de centenares de fábricas que abarcan la producción de un amplio espectro de renglones.

Adicionalmente, en los últimos años Cuba ha comenzado la ejecución de nuevas obras de infraestructura orientadas a incrementar la eficiencia y la competitividad de la economía en su conjunto. Por sólo mencionar dos ejemplos en los que han participado países de la región como Venezuela y Brasil, se encuentran en funcionamiento la refinería de petróleo de Cienfuegos y el nuevo puerto del Mariel.

Este puerto, cuya primera fase se inauguró en enero de 2014, en un contrato de administración con la compañía internacional Autoridad Portuaria de Singapur (PSA) cuenta con una moderna Terminal de Contenedores que le permite proyectarse como un importante puerto de trasbordo y un centro logístico de alcance regional.

La creación de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, alrededor de esta inversión portuaria, es otro aspecto al que deseo referirme.

Esta Zona tiene una ubicación geográfica estratégica pues se encuentra a 45 kilómetros de La Habana, muy próxima a las principales universidades politécnicas y a centros de investigación científica, así como a varios aeropuertos; y está conectada con el resto del país a través de viales e infraestructura ferroviaria.

Además, se privilegia de encontrarse en el centro del comercio en la región del Caribe y las Américas.

Con el objetivo de fomentar el desarrollo económico sostenible a través de la atracción de inversión extranjera, la innovación tecnológica y la concentración industrial, se han establecido en la Zona un régimen de incentivos y políticas especiales para incrementar las exportaciones, la sustitución efectiva de importaciones y generar nuevas fuentes de empleo, en constante articulación con la economía interna.

En la Zona se fomenta y protege a las empresas que utilicen tecnologías limpias y produzcan bienes y servicios de valor agregado basados en el conocimiento y la innovación.

A pesar del poco tiempo de creación, se ha constatado el interés de más de 300 empresas procedentes de más de 30 países por establecerse en la Zona, y ya han sido autorizados los primeros usuarios, comenzando a ejecutarse inversiones.

Estos aspectos que he comentado forman parte de un ambiente socioeconómico que combina la estabilidad y seguridad de nuestro sistema político y del marco regulatorio vigente, con transformaciones económicas y perspectivas de crecimiento que resultan atractivas para los inversionistas extranjeros.   

El mercado cubano, a pesar de que no es una economía de grandes dimensiones, tiene un peso importante en la región del Caribe y ha venido incrementando su nivel de apertura en los últimos años, lo que unido a otros aspectos antes mencionados se traduce en nuevas oportunidades para ampliar el comercio con Cuba y su rol en el comercio intrarregional.

Contamos con una cartera de bienes de exportación en la que se mantienen productos tradicionales como el azúcar, el níquel, el tabaco y el ron, a la vez que van incrementando su relevancia los medicamentos y los productos biotecnológicos. Asimismo, tenemos una diversa oferta de servicios de salud y turísticos que se complementa con otros servicios profesionales como los académicos, de ingeniería, informáticos, medioambientales, entre otros.

No quisiera dejar de referirme a un suceso de gran relevancia que ha ocupado titulares durante los últimos meses y que seguramente será motivo de interés en el marco de este evento y de la propia Cumbre de Las Américas.

Cuando los presidentes de Cuba y de los Estados Unidos de América anunciaron el 17 de diciembre de 2014 la decisión de que ambos gobiernos trabajen conjuntamente para restablecer las relaciones diplomáticas e iniciar un proceso de normalización de las relaciones bilaterales, se produjo un acontecimiento de carácter histórico para toda la región.

Muchas expectativas se han derivado de este hecho. Las medidas adoptadas sobre Cuba el pasado mes de enero, que modifican ciertos aspectos de la aplicación del bloqueo, aunque limitadas, son un paso en la dirección correcta. Pero no debe perderse de vista que aunque el Gobierno estadounidense ha reconocido el fracaso de su política de guerra económica contra Cuba, y se ha comprometido a involucrarse en un debate con el Congreso para su eliminación, el bloqueo sigue en vigor. Esperamos que el Presidente de los Estados Unidos continúe usando sus prerrogativas ejecutivas para modificar otros aspectos del bloqueo que no requieren de aprobación congresional.

Aprovecho la ocasión para reiterar la voluntad de la parte cubana de continuar avanzando hacia la completa normalización de las relaciones en un clima de respeto e igualdad, lo que requerirá, entre otros aspectos, del total levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero.

En los últimos meses hemos recibido importantes delegaciones de empresarios y políticos norteamericanos que han ratificado su interés en desarrollar negocios con entidades cubanas, constatando las posibilidades existentes y la afectación que representa la situación actual para los intereses económicos de ambas partes.

Cuba está comprometida con el logro de resultados que dejen atrás muchas prohibiciones absurdas, como la limitación del derecho de viaje a nuestro país de los ciudadanos norteamericanos. Por nuestra parte, no limitamos ni discriminamos a las compañías estadounidenses, por lo que las oportunidades que he mencionado están también a su disposición.

Señoras y señores:

Hoy puede afirmarse que estamos en presencia de una nueva fase de la inserción de Cuba en el escenario económico internacional, que introduce oportunidades para el comercio y las inversiones.

Cuba continuará promoviendo los avances en materia de integración regional e impulsando las potencialidades que están por explotar desde esquemas económicos más eficientes en el contexto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el ALBA.

Como hemos hecho hasta este momento, mantendremos las relaciones de cooperación con los países de la región, brindando nuestra colaboración solidaria. En el contexto de la VII Cumbre de Las Américas, que tendrá como tema central la “Prosperidad con Equidad: El Desafío de Cooperación de las Américas” Cuba ratificará esa voluntad.

Con mayor intensidad, seguiremos trabajando en la diversificación de nuestras relaciones económicas y comerciales con compañías de otros países, incluidas las estadounidenses. En ese sentido, invito a los distinguidos empresarios que se encuentran en este evento a acercarse a la delegación cubana que nos acompaña, así como a visitar nuestro país para avanzar hacia la concreción de negocios mutuamente beneficiosos y “tender puentes entre nuestras economías”, como nos convoca este evento, “por la integración productiva para un desarrollo inclusivo”.

Cuba se ha trazado un programa de desarrollo de largo plazo que conduce los esfuerzos del país para la edificación de una sociedad socialista que reporte mayores beneficios a todos los cubanos. Reconocemos la importancia de la inserción internacional de nuestra economía para seguir diversificando nuestro comercio exterior, ampliando el acceso a financiamiento externo e incrementando la participación del capital foráneo en la economía cubana.  Estamos convencidos de que los países de la región acompañarán a Cuba en estos empeños.

Muchas gracias.