El homenaje de­dicado a Mariana Grajales en este Día de las Madres en el cementerio Santa Ifigenia, devino en tributo a todas las cubanas que perdieron sus hijos en las luchas libertarias y el cumplimiento de misiones internacionalistas.

En tal sentido, ante la tumba que guarda sus restos fue depositada una ofrenda floral en nombre del pueblo de Cuba, en presencia de Lá­zaro Expósito Canto, primer secretario del Partido en la provincia, y del presidente del gobierno a esta instancia, Reinaldo García Za­pa­ta, por integrantes de una unidad de ceremonia de las FAR.

Jefes de las FAR y el Minint, dirigentes de la FMC, la Asociación de Combatientes de la Re­vo­lución Cubana, y demás organizaciones ju­ve­niles y de masas, asistieron junto a santiagueros que, presentes en la significativa fecha en la necrópolis, se sumaron espontáneamente en muestra de admiración y respeto por tan ejemplar mujer.

Nacida en Santiago de Cuba el 12 de julio de 1815,12 de sus 14 hijos, y su esposo Marcos Evangelista Maceo, participaron de una ma­nera u otra en las contiendas libertadoras, desta­cándose los generales Antonio de la Ca­ri­dad, José Marcelino y Rafael. La propia Ma­riana se incorporó tempranamente como en­fermera a la Guerra de los Diez Años.

Otras dignas madres cuyos restos descansan en este cementerio como Dominga Mon­cada, madre de Guillermón Moncada; la ma­dre de los hermanos Frank y Josué País Gar­cía, Doña Rosario, y la heroína del Moncada, Hay­dée Santamaría, recibieron igualmente ofrendas florales en homenaje a su legado pa­trio.

Durante todo el fin de semana tuvieron lugar en esta ciudad, reconocimientos y serenatas culturales dedicadas a madres de mártires y mujeres destacadas en centros productivos, el arte y la cultura en general, así como en hospitales y centros maternos, las cuales in­cluyeron múltiples ofertas culturales y gastronómicas.

Tomado de Granma