El regreso de #Fidel

Dic 02, 2016

Por Elson Concepción Pérez

Los primeros días de enero de 1959, luego de liberar a Santiago de Cuba, Fidel y sus hombres victoriosos emprendieron viaje a la capital del país por toda la Carretera Central, con paradas en poblados y ciudades y un mar de pueblo identificando la victoria.

Se trata de Fidel, el hombre convertido en símbolo de lucha, que ganó la guerra y fue capaz de decir, en uno de sus primeros discursos, que ahora comenzaba la tarea más difícil, pero que de ella también saldríamos victoriosos.

Quedaban atrás los días, meses y años de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra.

La tiranía derrotada y desmoralizada buscó como única salida que los más connotados asesinos, encabezados por el dictador Ful­gencio Batista, emprendieran la huida, en la casi totalidad de los casos, para Estados Unidos, cuyo Gobierno cobijó a miles de esbirros, co­rruptos y vulgares ladrones y abrió las puertas de aquel añorado ‘paraíso’, para que vivieran y conspiraran allí.

Fidel, el gran artífice de la guerra, acudía ante la televisión y la radio cubana para hablar al pueblo, explicar cada medida que se iba implementando y orientar con su brújula extraordinaria, cuál sería la acción de cada día, hasta consolidar la victoria.

Fue duro. El pueblo sufrió carencias en ex­tremo. Eran años donde al bloqueo criminal emprendido por Washington, desde el mismo triunfo de la Revolución, se unía el que paradójicamente venía desde países que dejaron de ser los amigos, que hasta el día antes se proclamaban como tales.

Fue entonces que Fidel, su ejemplo impregnado en un pueblo que lo siguió siempre, organizó a la nación para que no se derrumbara y llamó a la resistencia para vencer.

Este regreso de Fidel a la Ciudad Héroe, para acompañar a Martí y a otros tantos hombres y mujeres que hicieron la Patria, parece el deseo del Comandante de confirmar, en su recorrido desde la capital del país hasta Santiago de Cuba, cómo la Revolución y los revolucionarios han cumplido, y más importante aún, cómo se prepara el pueblo para dar continuidad a esta obra que él seguirá encabezando porque para los cubanos solo ha emprendido un nuevo viaje, esta vez hacia la inmortalidad. (Pensando Américas-Diario Cambio, de Bolivia)