El #CheGuevara y la prepotencia de los ignorantes

Ago 28, 2017

Por Agustín Palermo (*)

El Comandante Che Guevara no descansa en paz, sino que sigue fustigando a sus enemigos de siempre y alentando a quienes como él luchan por un mundo distinto. A cincuenta años de su asesinato, vuelve como revolucionario triunfante, convertido en mito y héroe continental. Odios y esperanzas se agolpan a sus pies.

De las escasas imágenes épicas que sobreviven a este siglo XXI… el Che, él es la personificación del mito y de la utopía, y de cuya memoria ningún movimiento social que se llame revolucionario, puede prescindir.

En junio de 2016 el gobierno de Mauricio Macri decidió sacar del salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada, el cuadro de Ernesto “Che” Guevara. No tranquilo con esa decisión, ahora se apresta a apoyar la solicitud de la Fundación Bases, que han elevado un petitorio en la plataforma Change.org para juntar firmas, donde expresan: "El legado asesino del comunismo y de esta figura no merecen homenajes estatales, de corte partidario-ideológico, financiados con los impuestos de todos los ciudadanos". La fundación quiere derribar la estatua para este próximo 9 de octubre, día en que se cumple el 50º aniversario de la muerte del Che. En realidad la obra de cuatro metros de altura y 1,5 toneladas fue realizada gracias a la donación de 75 mil llaves de bronce por personas de todas partes del mundo, en un trabajo que le llevó tres años al artista Andrés Zerneri.

No es esta la primera vez -ni será la última- que los sectores más reaccionarios e indoctos de América Latina, se proponen continuar persiguiendo al Che para acabar con él. Las declaraciones de Franco Martín López, director de la Fundación, pintan de cuerpo entero la procacidad que poseen: "Hay una imagen mítica construida alrededor de Guevara, basada en la desinformación. Se desconoce su legado verdadero. Se lo trata como si fuera una figura de fútbol". Estas palabras son el mejor ejemplo de la prepotencia de los ignorantes, que creen que pueden borrar la historia porque les incomoda. Los que desconocen a Guevara son ellos.

Sólo a la oligarquía argentina encabezada por Macri se le puede ocurrir intentar derrumbar la estatua de Guevara; no ha entendido que el Che trasciende las imágenes y los bustos; el Che no puede ser reducido a una escultura. Pretender acabar con él, derribando su estatua, es lo mismo que buscar entre los muertos a quien vive. El Che es un resucitado. Lo mejor que puede lograr Macri si materializa sus pretensiones, es que más gente se interese por saber quién fue el Guerrillero Heroico. El Che es la memoria de un ideal incorruptible, es la importancia y dignidad del ser humano; la insurgencia contra toda injusticia; el socialismo como horizonte de la libertad triunfando sobre las miserias y las opresiones producidas por el neoliberalismo. El macrismo jamás entenderá que el Che es sólo el otro nombre de lo que hay de más justo y digno en el espíritu humano.

El mercado no ha podido instrumentalizar el retrato del Che, porque éste está vivo y siempre insurgente; por lo mismo pretenden banalizar su imagen, y lo satanizan. Pero el Che resiste y se alza como el símbolo del hombre necesario, que cree en valores cuando estos quieren ser enterrados por los adoradores del becerro de oro. Para la juventud, el Guerrillero de la Esperanza es un referente romántico e imprescindible en un mundo gobernado por el egoísmo, el pragmatismo, la tecnocracia y la idolatría del mercado. Los reaccionarios argentinos tratan de envilecerlo derribando su estatua, porque no pueden comprarla (mercadearla). Los que defiende la imagen del Che en Argentina dicen que esto se trata de un acto de "intolerancia", y afirman: "Desde la llegada del gobierno neoliberal de Mauricio Macri, surgieron estas sectas que buscan borrar la memoria y provocar.”

La tozudez de Macri y sus acólitos les impide entender que en muchas partes del mundo la gente digna le construye estatuas y portan su imagen, y que en América Latina millones de jóvenes lo evocan como un sueño posible. Saben que los ideales jamás mueren, y que la tumba de los héroes son siempre surcos de esperanza. Por eso, el Che sigue siendo una amenaza para gobiernos neoliberales como el de Macri.

La existencia del Che es un referente de que todavía y siempre son posibles el sujeto humano y la vida, contra la mera subsistencia. Y que estas expectativas son resultados de prácticas (procesos de resistencia y liberación). Quienes no pueden discernir la vida de la muerte y la función de la esperanza en la plenitud de la primera, insistirían en escarnecer al Che y en desinformar sobre él. Pero éste no sobrevive por su imagen, sino por una cierta calidad del espíritu humano.

Guevara es el sentimiento, la espiritualidad de la gente sencilla. Aunque no se le haya visto ni leído, la gente palpita como su corazón y adorna sus sueños con su boina. Para acabar con Guevara habría que liquidar a los humildes. Los poderosos, los que lo asesinaron, tuvieron que ocultar su tumba, para intentar aplastar su memoria. Lo que consiguieron fue hacerlo vivir en el corazón político y cultural de cada humilde

El Che nos acompaña en cualquier rincón de cualquier parte del mundo. Él condensa ese manantial  inagotable de lucidez y heroísmo; es una profunda fuente de inspiración  de la acción de quienes luchan guiados por grandes sentimientos de amor y de rebeldía ante la humillación y la injusticia. Es uno de esos héroes que permiten a muchos vivir. (Pensando Américas)

(*) Colaborador de Pensando Américas