El cambio climático en Bolivia
Hace unos días, la Universidad Privada Boliviana (UPB) y la Fundación Inesad presentaron un libro titulado “La dinámica del cambio climático en Bolivia” que contiene los resultados de una investigación sobre los efectos que tendrá el cambio climático sobre la economía boliviana durante los próximos años.
Según el estudio, hasta el 2100 los cambios climáticos serán más radicales en Bolivia y tendrán consecuencias tan graves como la pérdida del 8% del Producto Interno Bruto (PIB) en promedio por los daños causados a la agricultura, a la infraestructura, a la biodiversidad y a la salud, entre otros sectores.
Entre los efectos más directamente perceptibles del cambio climático, se señala el aumento en la frecuencia y severidad de las inundaciones en tierras bajas, lo que implica mayores costos para el Estado boliviano, “porque destruyen stocks de capital público y privado como caminos, hospitales, escuelas, redes eléctricas, viviendas, ganado”.
El estudio sobre agua estima cambios en la oferta y la demanda de este elemento, tanto potable como de uso de riego. También se prevé efectos sobre la generación de energía hidroeléctrica y sugiere inversiones en esta área.
En el área de salud, el estudio hace algunas proyecciones sobre la base de los datos disponibles y calcula que los costos por las enfermedades derivadas del cambio climático, como la malaria y el dengue causarán pérdidas debido a la disminución de la productividad por días laborales perdidos y el aumento del gasto público por la atención de un mayor número de casos de estos males y otros.
La investigación que comentamos tiene como antecedente otros estudios que destacan el hecho de que Bolivia, por ser uno de los países con mayor diversidad geográfica y climática, es también uno de los más vulnerables a las variaciones causadas por la acción humana sobre la naturaleza. Y al mismo tiempo, paradójicamente, es uno de los que más contribuye al deterioro del medio ambiente planetario porque es uno de los que más rápidamente está perdiendo su cobertura vegetal como consecuencia de las políticas encaminadas a ampliar la frontera agrícola a expensas de los bosques tropicales.
Así lo indica, entre otros estudios, el Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés) según el que Bolivia habría contribuido durante los últimos años al deterioro del ambiente planetario con una emisión de más de 25 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2), como consecuencia de la deforestación de unas 350 mil hectáreas de bosques anuales, lo que en términos per cápita resulta en una tasa 20 veces más alta que el promedio mundial y una de las más altas del mundo, superando los niveles de otros grandes países deforestadores.
El hecho de que Bolivia sea al mismo tiempo uno de los países más afectados y uno de los principales causantes del cambio climático pone en su justa dimensión el doble desafío que nos corresponde sobre el tema. Un desafío que no puede ser eludido sino afrontado mediante la adopción de políticas públicas, como la agropecuaria, que tomen en cuenta las circunstancias señaladas.
El hecho de que Bolivia sea al mismo tiempo uno de los países más afectados y uno de los principales causantes del cambio climático pone en su justa dimensión el doble desafío que nos corresponde.
Tomado de Correo del Sur