EE.UU., otro paso hacia Cuba en la dirección contraria
Washington, 13 mayo - Estados Unidos incluyó hoy a Cuba en su unilateral lista de países que no colaboran con la lucha antiterrorista, un paso más en la dirección contraria por parte de la administración del presidente Donald Trump.
Después de 33 años, Cuba fue excluida en 2015 de la espuria relación, en la que figuran Irán, la República Popular Democrática de Corea, Siria y Venezuela.
Sin embargo, la administración Trump, vuelve al punto de hace cinco años atrás con la nueva comunicación del Departamento de Estado.
La Casa Blanca certifica a esos países bajo la Sección 40A de la Ley de Control de Exportación de Armas como 'no cooperantes completamente' con los esfuerzos antiterroristas de Washington.
Con base en esa normativa, se prohíbe la venta o licencia para la exportación de artículos y servicios de defensa a estos Estados.
El Departamento de Estado armó su expediente contra Cuba por la entrada que dio La Habana a miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia.
El grupo de la organización guerrillera viajó a la capital cubana en 2017 para llevar a cabo conversaciones de paz, donde permanecieron en 2019 a raíz de otros acontecimientos ocurridos en Colombia.
Para Washington, la negativa de Cuba a 'comprometerse productivamente' con el Gobierno de Colombia -su principal aliado en la región de América Latina- demuestra que 'no está cooperando' con el trabajo de Estados Unidos en el apoyo a la paz y seguridad en la nación sudamericana.
Pero resultan paradójicos los argumentos que se utilizan y la inclusión de Cuba en semejante lista, un día después que el Gobierno de La Habana demandara a Estados Unidos respuestas por el atentado terrorista contra su embajada en Washington, sobre el cual existe un 'silencio cómplice'.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, expuso a la prensa nacional y extranjera la denuncia que recordó la historia de terrorismo que ha sufrido la isla en los últimos 60 años, incluidos los actos violentos contra sus diplomáticos.
Al referirse a la agresión armada del pasado 30 de abril a la legación antillana, Rodríguez subrayó que 'se trata de un acto terrorista, un acto cometido contra nuestra sede diplomática en Washington'.
Lo anterior no puede verse separado –dijo-, sino como un resultado directo de la política y del discurso agresivo del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Un discurso de odio y de permanente instigación a la violencia de políticos estadounidenses y grupos extremistas anticubanos que han hecho de este tipo de ataques su medio de vida, enfatizó.
El 17 de diciembre de 2014 los entonces presidentes, de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama, anunciaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas, pero con la actual administración ocurrió un retroceso.
(Tomado de Prensa Latina)