#Ecuador: Ciudades inclusivas, desafío de #ONU-Hábitat III

Oct 21, 2016

Por Tania Peña

Trabajar por ciudades más justas e inclusivas fue el principal desafío que emergió de la nueva agenda urbana de la cumbre de Naciones Unidas Hábitat III, con sede en Quito del 17 al 20 de octubre.

Habrá que mirar más al sur, coincidieron en la capital ecuatoriana mandatarios, personalidades, expertos y representantes de la sociedad civil reunidos en la Conferencia sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible Hábitat III.

Hay que empoderar a los municipios, son los responsables directos del ordenamiento territorial, del control del uso del suelo y ello forma parte de los grandes retos para América Latina, opinó el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

Al hacer uso de la palabra en la inauguración de Hábitat III, Correa denunció el nivel de pobreza y exclusión en la región y llamó a una mayor responsabilidad política de los gobiernos frente a tales flagelos.

Se trata de responsabilidad política, de justicia y de un cambio cultural, remarcó el gobernante ecuatoriano.

Hizo referencia al crecimiento de la urbanización en la región como consecuencia del abandono del campo y la concentración de recursos en las ciudades. En 1955 el 45 por ciento de la población latinoamericana vivía en la ciudad y hoy lo hace el 81 por ciento, graficó.

Dijo que su gobierno está empeñado en acelerar los procesos de beneficio social, poniendo al ser humano como prioridad. Al respecto, estimó que en los próximos 10 años quedará resuelto el déficit de vivienda en su país.

'Transformemos nuestro mundo para mejor', instó por su parte el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al declarar inaugurado en Quito el foro mundial.

En la Casa de la Cultura de la capital ecuatoriana, sede principal de la cumbre, el titular de Naciones Unidas dijo que actualmente viven en las ciudades mil 400 millones de personas más que dos decenios atrás. La rápida expansión de los centros urbanos significa que cada vez hay más pobres viviendo en condiciones precarias, sin un espacio habitable adecuado y sin acceso a servicios como el agua, los saneamientos, la electricidad y la atención de la salud, había advertido en el Día del Hábitat a comienzos de octubre.

Ponderó por ello en la Conferencia de Hábitat III e mejoramiento de los servicios básicos, de la energía, de las sostenibilidad ambiental y del derecho a un empleo decente.

Asimismo el vicepresidente cubano Salvador Valdés, quien presidió la delegación del país caribeño a la cita mundial, llamó a un cambio de paradigma en la nueva agenda urbana para enfrentar los retos que la realidad impone.

Valdés dijo que se requiere de la voluntad política de los gobiernos para implementar adecuadamente el planeamiento, articulando la perspectiva urbana con el desarrollo económico y social.

Ello, agregó, debe encaminarse desde una visión que preserve el medio ambiente, incorpore la prevención y tribute al desarrollo sostenible.

Insistió en el acceso pleno y universal de los habitantes de las ciudades a los beneficios económicos, sociales, culturales, civiles y políticos.

Al intervenir en la plenaria inaugural, recordó las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, cuando en la Conferencia Hábitat II en Estambul, preguntó de qué servía la economía global y los avances tecnológicos, si no se resolvían los problemas del hombre.

Entonces Fidel alertó de cómo los países ricos eran cada vez más ricos y los pobres más pobres. Esas ideas y preocupaciones planteadas por el líder cubano hace 20 años tienen total vigencia, subrayó Valdés.

El mal desarrollo urbano, la segregación y la inequidad social son problemas de muchas ciudades en el mundo de hoy, comentó a Prensa Latina la escritora ecuatoriana María del Carmen Garcés.

De ahí la impostergable necesidad de que las propuestas para crear ciudades inclusivas sea integrada en la nueva agenda urbana prevista para los próximos 20 años.

El documento temático de Hábitat III sobre Ciudades Inclusivas, identifica dos acciones para combatir la exclusión social. La primera parte del compromiso político porque los pueblos tengan una vida digna.

La segunda propone mecanismos concretos para garantizar la inclusión, la participación ciudadana y el acceso universal a los históricamente marginados.

De igual modo la tecnología se pondría al servicio de propiciar ciudades más funcionales, sostenibles e inteligentes, opinaron participantes en Hábitat III.

La implementación de softwares y aplicaciones en los celulares que permitan identificar el área más cercana de un parqueo o el estado de los contenedores de basura para garantizar a tiempo la recogida de desechos, fueron algunos de los ejemplos expuestos.

Según la ONU, una ciudad es inclusiva cuando todos sus habitantes pueden disfrutar libremente de todos sus espacios políticos y sociales, ejerciendo de igual manera el derecho a una vivienda adecuada y el acceso a los bienes y servicios públicos.

Frente a las abismales desigualdades del mundo de hoy, la Nueva Agenda Urbana de Naciones Unidas tiene ante sí un gran desafío. (Pensando Américas-Prensa Latina)