#Cuba y la próxima derrota de #EEUU en la #ONU

Sep 26, 2016

Por Ángel Bravo

El pasado 22 de setiembre en la 71° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) intervino Bruno Rodríguez, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba; su mensaje duró 15 minutos 29 segundos, y fue contundente. Este discurso debería ser leído o escuchado por todos los interesados en la política internacional; en primer lugar por los propios Jefes de Estado y por sus respectivos titulares de relaciones exteriores.

Los señalamientos y denuncias del Canciller están dirigidos a las naciones más poderosas del mundo. Empieza sin miramientos: “El 80% de la población mundial posee solo el 6% de la riqueza, mientras que el 1% más rico, disfruta de la mitad del patrimonio del planeta. No menos de setecientos noventa y cinco millones de personas padecen hambre crónica y 18 mil niños mueren diariamente, a causa de la pobreza. Más de 660 millones utilizan agua no potable y 780 millones de  adultos y 103 millones de jóvenes son analfabetos.” Rodríguez no pretendió llamar la atención mencionando cifras astronómicas, lo que quiso es que el mundo sepa cuáles son los serios problemas que la humanidad sufre y especialmente quiénes son los responsables. Ni antes ni después de él, hubo en esa misma Asamblea, otro diplomático que se atreviera a llamar las cosas por su nombre. En la historia de las Asambleas de la ONU siempre ha sido Cuba quien ha levantado, sin ningún temor, las banderas de la verdad y la justicia.
 
Parecía un profeta del Antiguo Testamento cuando reveló: “Se confirma la falta de voluntad política de los Estados industrializados. Se reproducen los patrones irracionales de producción y consumo del capitalismo que conducen a la destrucción de las condiciones de vida del planeta. Los enormes arsenales nucleares y convencionales y el gasto militar anual de 1,7 millones de millones de dólares, desmienten a los que afirman que no hay recursos para eliminar la pobreza y el subdesarrollo".
 
Los medios comerciales no le han dado difusión a este mensaje, porque éste cuestionó a los amos del mundo, a los mismos que la gran prensa siempre ha defendido: “La filosofía del despojo sustenta las intervenciones militares y las guerras no convencionales contra Estados soberanos por parte de países de la OTAN, para cambiar gobiernos y apoderarse de recursos naturales. Resultan cotidianas la imposición de medidas coercitivas unilaterales y el uso de herramientas financieras, judiciales, culturales y mediáticas para desestabilizar gobiernos; la militarización y uso agresivo del ciberespacio y la violación de los derechos humanos de cientos de millones de personas".

Bruno Rodríguez, antes de hablar de Cuba, primero mostró su solidaridad con todos los gobiernos que hoy sufren las arremetidas del poder mediático, financiero y militar de la derecha más reaccionaria. Para finalizar, expresó sobre la isla: “Son numerosos los ejemplos recientes de perjuicios causados por el bloqueo en el orden económico, comercial y financiero a Cuba y a terceros. Mientras ello ocurra, presentaremos ante esta Asamblea el proyecto de resolución titulado “Necesidad de Poner Fin al Bloqueo Económico, Comercial y Financiero Impuesto por los Estados Unidos de América Contra Cuba”.” Como puede verse, Cuba en la Asamblea de la ONU, no asiste para congraciarse con los países poderosos; llega todos los años acorazada de dignidad y de coraje, para decirles sus verdades a los mandones del mundo.

El Canciller anunció que Cuba presentará dicho proyecto en esa Asamblea, para debatirse y votarse el próximo 26 de octubre. Una vez más la mayor de las Antillas recibirá el apoyo rotundo de los países.

Por vigésima quinta vez la Asamblea General de la ONU reclamará nuevamente el fin de esas criminales medidas violatorias de los derechos humanos contra toda una nación. El año pasado, en total 191 países -una abrumadora mayoría- votaron a favor de acabar con el bloqueo; como era de esperar, solo Estados Unidos e Israel, otro Estado genocida, se manifestaron en contra.

Cuba, es esa patria por la que murieron Céspedes, Agramonte, Maceo, Martí, Gómez; es el país por el que lucharon Mella, Guiteras, Frank, Abel, Camilo, el Che, Almeida; es la misma nación por la que dieron su vida Celia Sánchez, Haydée Santamaría, Melba Hernández, Vilma Espín y otros. Cuando Bruno Rodríguez habla en la ONU, lleva en sus espaldas la larga lucha de ese pueblo digno e independiente. Por eso la Revolución cubana tiene suficiente autoridad moral e histórica para levantar la voz en cualquier foro internacional en nombre de la justicia, la libertad y la soberanía.

Este 26 de octubre, una vez más, el mundo sabrá de qué lado está la verdad. (Pensando Américas)