#Cuba: ¡tan falsos como los ataques acústicos!

Por Agustín Palermo (*)
El proceso de nominación de candidatos a las asambleas municipales del Poder Popular en Cuba, que estuvo programada para realizarse desde el 4 de septiembre hasta el 30 de octubre, culminó satisfactoriamente. Y el 26 de noviembre -un día después del primer aniversario de la partida física del Eterno Comandante-, se celebrará la primera fase del proceso electoral del que saldrá el próximo año el presidente o presidenta del país. Todo esto no se publica en la gran prensa porque ellos obedecen las órdenes del imperio, insistiendo que en Cuba no hay democracia. Lo que les falta agregar es que, no existe la democracia liberal. Cuba vive desde 1959 una vibrante democracia participativa, donde todo el pueblo, hombres, mujeres y niños tienen parte ella, fortaleciendo y desarrollando una democracia que no la copiaron de nadie, sino que ellos mismos la crearon. ¡Qué extraña “dictadura” la cubana, donde el partido único (comunista) ni postula ni elige!
Desde hace varios meses, haciendo uso de lo que permite la ley electoral la llamada “disidencia” había anunciado la presentación de 170 candidaturas en diferentes municipios del país (seguro eran 17 y dijeron 170). Disponían -según ellos- hasta de siete plataformas electorales y cada una era subvencionada desde los Estados Unidos y Europa; también contaban con personal formado en el Instituto Republicano Internacional y el Instituto Nacional Demócrata. Además recibían asesoramiento y capacitación de algunas Fundaciones anticubanas con sede en Colombia, Argentina, México y Costa Rica. Lo que sucede es que a todos ellos se les olvidó que en Cuba socialista, la publicidad, los lobbies y el marketing no atraen a nadie, no llama la atención, porque Cuba tiene un pueblo educado y crítico, que no se deja llevar por los reflejos condicionados; son hijos e hijas de Martí, que entendieron desde temprana edad que ser culto es ser libre.
Resulta que con todo el apoyo recibido (capacitación, viajes, propaganda, campañas mediáticas, etc.,) los hijos e hijas Donald Trump fracasaron, porque sus candidaturas no tuvieron ningún impacto. En Cuba las candidaturas son propuestas por el vecindario reunido en asamblea barreal y se realizan en todo el país. Pero en ninguna de las asambleas se eligió a uno solo de esos supuestos “opositores”; son gente desconocida, sin liderazgo ni propuestas. Ahora los perdedores se dedicarán a hacer llamados a la población para que se abstenga o vote en blanco o nulo, pero una vez más la gente los ignorará. Un pueblo culto y educado jamás va acatar lo que dice gente indecente, iletrada y apátrida.
Si bien es cierto que esos “opositores” al participar legitimaron por primera vez el sistema electoral de Cuba socialista, también es verdad que a la Revolución eso no le interesa, porque Cuba no actúa esperando recibir la aprobación de nadie, menos aún de sus enemigos.
Una vez más, se demostró que la existencia de una oposición política en Cuba es tan falaz como creer que el canto de unos grillos pueden ensordecer los delicados oídos de unos diplomáticos. (Pensando Américas)
(*) Periodista colaborador de Pensando Américas