Costa Rica: ¿A quién quieren asustar los peones del Imperio?

Por Agustín Palermo
Desde fuera de Costa Rica me entero a través de la web del siguiente titular de una publicación en el periódico La Nación: “Embajadores de Nicaragua y Cuba crean nexos con grupos políticos ticos” (14/1/19). No sólo el titular es tendencioso, también lo es su contenido. Es falso, oportunista y manipulador.
A estas alturas de la historia, el periodista pretende asustar a la “pacífica” Suiza Centroamericana, que recientemente -el segundo semestre de 2018- copó las calles del país con la huelga contra el plan fiscal, por más de noventa días, con la participación de distintos estratos sociales, sindicatos del sector público y privado, de la educación y la salud, así como sectores campesinos, y pequeños y medianos productores, y empresarios, lo mismo que organizaciones indígenas; es a este pueblo, que el periodista quiere venir a amedrentar, diciendo que, en varias ocasiones y con la participación de un buen número de costarricenses, ha habido reuniones con personal diplomático de Cuba, Venezuela y Nicaragua. ¡Qué miedo! Estamos avisados, los pacíficos hermanos centroamericanos se están reuniendo con los representantes del “eje del mal”. El periodista se equivoca “de cabo a rabo” si cree que con esas patrañas, el pueblo prestará atención al periódico que él representa; uno de los más antiguos y agrestes de ese país, que ha vivido de calumniando a la Revolución Cubana.
Dato curioso, contrario a lo que los grandes medios de comunicación siempre han hecho, como es, ocultar o invisibilizar cualquier acción de hermandad o solidaridad promovida por Cuba, o menospreciar sus acciones, y falsear diciendo que a nadie le interesa lo que Cuba realiza; ahora resulta que, no pocos costarricenses y muchas organizaciones sociales, se han reunido en varias ocasiones con el personal diplomático.
Es evidente que el objetivo del medio es acusar a los embajadores de entrometerse en asuntos políticos internos de Costa Rica, pero sin mostrar una sola prueba. Solo un ignorante o mal intencionado -como demuestra que es-, puede creer que un embajador, en tanto representante del servicio exterior de sus nación, no puede asistir a cuanto lugar se les invite para compartir o disertar sobre temas o asuntos de la realidad de su país; es más, eso es parte de su misión, por eso se dice que “son representantes de su país en otra nación”. Lo mismo le corresponde hacer al cuerpo diplomático de Costa Rica acreditado en Cuba, Nicaragua, Venezuela u otro país, sin entrometerse en los asuntos internos de esas naciones.
Lo que sucede es que el imperio y sus acólitos en América Latina, a como de lugar quiere arremeter contra todo lo que sea contrario a sus intereses geopolíticos en la región, y contra Cuba lo ha intentado de todas las formas, por seis décadas, y no han podido. Y lo que es peor para ellos, la Revolución Cubana sigue irradiando solidaridad, justicia, internacionalismo, cultura y esperanza; por eso las organizaciones sociales y la gente de a pie quieren escuchar a sus representantes, y por eso los invitan. Nunca leerán en ningún medio que en algún país del mundo el pueblo invite a los representantes de la “diplomacia” imperial a compartir algo con ellos. A Cuba y a sus representantes los pueblos se aproximan por su ejemplo de lucha, resistencia, dignidad, independencia y soberanía. El imperio no puede esperar jamás que eso suceda con ellos; y, si alguna condescendencia han logrado en algún momento, ha sido a cambio de prebendas y salarios; y de eso no escapan los medios que desinforman y calumnian.
Las palabras expresadas por el Apóstol hace más de cien años: “Quien se levanta hoy con Cuba se levanta para todos los tiempos”, se ha hecho cada vez más real en los pueblos del mundo, que sin pestañar, siguen la obra de la Revolución Cubana.