Canadá: aborígenes adoptados intentan recuperar sus raíces
Durante los años 1960 y 1980, más de 20 mil niños amerindios fueron separados de sus hogares, y entregados en adopción a familias blancas de norteamérica.
La llegada de los europeos colonialistas en 1492 a América, no fue el único escenario en el que los pueblos indígenas han sido relegados, hasta intentar extinguir su cultura. Pues, en Canadá en la época denominada “extracción de los sesenta”, miles de infantes indígenas fueron incluidos en programas estatales de adopción, sin autorización de sus padres, en un intento de erradicar sus reservas ancestrales.
Es así como, durante las décadas de los 60, 70 y 80 el gobierno de Canadá apartó a 20 mil bebés indígenas de su seno originario, para ser entregados a familias canadienses, de piel blanca y otras culturas, ocasionándoles un choque emocional, además de quitarles el derecho a tener un futuro propio y la prolongación de sus generaciones.
Uno de ellos es Wayne Snowgrove, quien con pasaporte estadounidense, mantiene latente su corazón indígena. Él procede de una reserva india en Canadá y -a las pocas horas de haber nacido- fue separado de su madre por las autoridades, siendo incluido forzosamente en un programa lucrativo de adopción con familias casi todas residentes de los Estados Unidos.
Snowgrove cuenta que “el Gobierno de Canadá me robó del lecho de mi madre, me quitó mi hogar y me llevó a cientos de kilómetros hasta un orfanato público y todo ello sin el conocimiento ni el consentimiento de mi madre biológica... Fueron al hospital y me robaron mientras mi madre estaba en coma durante 31 días, cuando despertó yo ya no estaba allí", relató.
Wayne fue adoptado por una familia blanca, alejado de su gente y su cultura, tuvo una infancia difícil, marcada por los problemas de adaptación.
La extracción de los sesenta destrozó la cultura y herencia indígena de Snowgrove
"Fue muy duro para mí, porque crecí en los años 70 en un entorno blanco donde no habían adopciones raciales. Me veía diferente y me sentía diferente. Intenté asimilarlo todo, pero como niño fue muy difícil… hay muchas diferencias, sobre todo el color de mi piel", expresó Snowgrove.
De acuerdo con el vocero indígena, las adopciones se realizaron en secreto. Esos niños fueron repartidos por todos los Estados Unidos, también a otros sitios lejanos como Nueva Zelanda y el Reino Unido, sin que causara el más mínimo llamado de atención de los gobernantes.
En la actualidad esos niños, así como Wayne, siguen en la búsqueda de sus orígenes y quieren demandar al Gobierno canadiense, exigiéndole que les pidan disculpas por haberles robado su infancia.
En contexto:
El genocidio racista nortemericano provoca suicidios en la población adolescente indígena.
Los pueblos originarios de norteamérica siguen sufriendo, después de 500 años, un genocidio físico, emocional, social y espiritual por parte de los europeos y la política colonialista de EEUU.
Por mencionar un ejemplo, en la reserva de Dakota del Sur, en la que viven unos 28.000 amerindios lakotas y dakotas, también llamados población Sioux, del medio oeste de los Estados Unidos, aumentó el número de suicidios de jóvenes índígenas, quienes no se adaptan a las culturas “progresistas” de la nación norteamericana, que los obliga a abandonar sus tierras, creencias culturales y espirituales, para adaptarse forzosamente a la sociedad globalizada y capitalista.
El suicidio de las comunidades nativas sigue ocurriendo en la actualidad, porque permanecen los abusos sexuales y la exclusión social hacia las tribus por parte del gobierno norteamericano.
Tomado de Telesur