El debate sobre la reforma de pensiones en Brasil expone un nuevo cariz, después que en un insospechado giro su impulsor capital, el titular del Ejecutivo, Michel Temer, determinara limitarla a los empleados federales.
Escudado en la necesidad de obedecer a la autonomía de los estados y fortalecer así el principio federativo, Temer anunció que la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC 287) que envió en diciembre pasado al Congreso, y que genera un enorme descontento popular, se limitará solo a dicho sector.