América Latina y el Caribe entre la disputa del neoliberalismo y la geopolítica de la emancipación soberana

Dic 07, 2021

América Latina y el Caribe entre la disputa del neoliberalismo y la geopolítica de la emancipación soberana

Por:  Luis Ernesto Guerra

Somos una región en permanente disputa, por una lógica neoliberal y estructuras neoconservadoras del progresismo de derecha y la ultraderecha de tinte filo fascista, que se agarra con los dientes a los pocos regímenes de modelo del orden y establecimiento norteamericano, a pesar de la crisis del capitalismo agravado con la pandemia de la covid-19 y sus variantes, que desnudan la inequidad e injusticia y las recurrentes violaciones a los derechos humanos.

Mientras, en la opacidad, se desvanecen las presuntas implicaciones de presidentes como: Luis Abinader, de República Dominicana, Sebastián Piñera de Chile y Guillermo Lasso de Ecuador. A este último, le persiguen su derruida conciencia la masacre de seres humanos en prisiones, concomitante los femicidios o feminicidios que siguen en ascenso y los Papeles Pandora como un velo de impunidad, inequidad e injusticia que campean libremente.

No deja de estar presente la perversa maquinaria dictatorial del algoritmo 2.0, así como la abundante telaraña de fakenews, que orquestan y dirigen las narrativas construidas desde los libretos de la subversión política e ideológica del hegemón norteamericano, que retorna a la reconquista de sus denominados patios traseros, los  que cumplen a raja tabla cada una de las agendas diseñadas estratégicamente para mantener atomizados y distraídos a los pueblos con la perversa discursiva de anticomunismo o castrochavismo.

Es impensable hablar del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Bolivia y el liderazgo histórico del expresidente Evo Morales, en los lugares  donde están permanente agitadas las derechas neoconservadoras para intentar desestabilizar una democracia y al gobierno del MAS, que sufrió una sangrienta dictadura civil en 2019, una derecha  que cometió delitos de lesa humanidad, con las masacres de Senkata y Sacaba y  que pretenden que el Ministerio Público boliviano deje en la impunidad estas violaciones.

 El fantasma de la desestabilización política ronda por América Latina y El Caribe, el imperialismo sigue agitando dictaduras e injerencia OEAlmagro. Cabe mencionar, que los separatismos y denominados Comités Cívicos en Bolivia son una hechura y construcción de toda una estructura de castas familiares y corporativas de poder, que se resisten a que el pueblo gobierne para el pueblo, que no son una oposición que utiliza  la vía democrática, sino que actúan con estructuras paramilitares violentas, que tienen que ser erradicadas como la Resistencia Juvenil Cochala (RJC), con prácticas aprendidas de las guarimbas o las maras.

Así mismo no se puede pensar la Revolución Ciudadana en el Ecuador, sin la presencia del expresidente Rafael Correa, otro líder histórico, hay que superar la dicotomía de correísmo y anticorreísmo impuesta estratégicamente por el neoconservadurismo autoritario, autárquico y cargado de violencia mediática, mismo que está vaciado de un debate político e ideológico y que fue el que abonó al triunfo del banquero presidente Guillermo Lasso.

Hay que reconocer que, en la primera oleada progresista de la región, la década de la Revolución Ciudadana imprimió importantes logros y transformaciones sociales, económicas y políticas venidas a menos en los regímenes de Moreno y de continuidad con Lasso. Hubo más aciertos que errores, así como los hoy cometidos por la bancada de UNES al haber viabilizado, con la abstención de sus 48 asambleístas, que la denominada Ley Orgánica para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal entre en vigencia por el Ministerio de la Ley, de conformidad a la Constitución, que sabemos será de profundo impacto multidimensional para la clase media y el pueblo. Este Decreto Ley ha sido publicado en el Registro Oficial y abre la ventana para la regularización de capitales y activos provenientes de origen ilícito, tramas de corrupción, evasión tributaria y profundo golpe al pueblo. Ingenuidad o error que tendrá un alto costo e impacto socioeconómico que se cuelga en las espaldas del pueblo y que, de hecho, repercutirá políticamente en el progresismo de izquierda. Por ahora hábil y gran triunfo de los tanques de pensamiento del régimen neoliberal y neoconservador de Lasso, con la participación de Izquierda Democrática y Pachakutik que controlan la Asamblea Nacional, así como de un denominado sector de independientes o minorías móviles que actúan y funcionan de acuerdo a sus intereses particulares.

Pero, es importante no caer en el clivaje y doble rasero que traza la cancha y arena política no desde Carondelet, sino el modelo neoliberal que ha profundizado la lucha de clases y que mantiene en el ojo del conflicto a una crisis de las izquierdas, que debe ser más creativa, propositiva, sin caer en los sectarismos y dogmatismos, que está inconscientemente permitiendo el resurgimiento de un neoconservadurismo de corte y tinte filofascista al estilo Bolsonaro, que destila no sólo odio a los gobiernos no alineados a las lógicas y dialécticas del gobierno federal de Washington, como son Cuba, Nicaragua, Venezuela Bolivariana, Bolivia, Perú, Honduras y que además deslegitima los procesos electorales por no responder a su subversión, hegemonía y dependencia.

En el tablero de ajedrez, geopolítico, geoeconómico y geoestratégico, Bolsonaro, Duque, Lasso, La Calle, son los fantoches que cumplen el papel de puntas de lanza para arremeter en contra de estos gobiernos que hacen uso de principios contemplados en la Carta fundacional de las Naciones Unidas como son la libre autodeterminación, soberanía, cooperación, complementariedad, reciprocidad, solidaridad.

Cuba, sigue, Cuba va, a pesar de las terribles consecuencias derivadas del bloqueo convertido en delito de lesa humanidad, continúa transformando y perfeccionando su Revolución Socialista. Nicaragua acaba de ser refrendada mediante la vía democrática y través del proceso electoral el pueblo nicaragüense vuelve a expresarse democráticamente en las urnas dándole un gran espaldarazo al gobierno de reconciliación nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) liderado por el comandante Daniel Ortega y la comandanta Rosario Murillo, que han dicho no al tutelaje del gobierno federal de Joe Biden. “En Nicaragua manda el pueblo, no Estados Unidos y el imperialismo internacional”. El desarrollo soberano de Nicaragua y su Revolución Sandinista nadie los detiene.

Venezuela Bolivariana, que en 15 años retorna una Misión de Observación Electoral (MOE) de la Unión Europea (UE) para ser observadora de un proceso electoral intermedio en donde la oposición ha triunfado democráticamente en tres Estados y el presidente Nicolás Maduro Moros, ha invitado a las autoridades electas a continuar construyendo el buen vivir del pueblo bolivariano de Venezuela. Es más, el gobierno bolivariano, a través de su presidente, ha ofrecido todo el apoyo económico, para que se dé cumplimiento al programa de gobierno de las autoridades  regionales. Sin embargo, no falta la alevosa y torpe injerencia de esta misión en asuntos que específicamente son de competencia del gobierno bolivariano, que no ha condenado el recurrente bloqueo, Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU), impuestas unilateralmente y de manera arbitraria al hermano pueblo Bolivariano de Venezuela, por estados Unidos, así como el secuestro del diplomático Alex Saab, designado para la suspendida Mesa de Diálogo iniciada en México con acompañamiento de Noruega, que significa flagrantes violaciones al Derecho Internacional, Convención de Viena e Instrumentos de Derechos Humanos.

En Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivariana, a pesar de los atropellos recurrentes a estos pueblos mediante el bloque integral, Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) y órdenes ejecutivas aceleradas, que buscan asfixiar a sus pueblos, no gobiernan ni mandan allí las colapsadas estructuras del hegemón yankee sino el poder, que es el mismo pueblo, que tiene el legado de Fidel, Sandino, Bolívar y Chávez. Estos hermanos pueblos no solamente levantan sus voces desde el Sur para el mundo, sino que se inscriben en un nuevo modelo de desarrollo soberano, sin recurrir a los commodities o la extracción de recursos naturales.

Cuba, no ha dejado de exportar y llevar solidaridad con sus cinco vacunas a más de cuarenta países del mundo, Brigadas Médicas como la Henry Reeve, de Educación, de Ciencia, desde las miradas de la justicia y equidad y fundamentalmente de su pueblo que ama la paz y la vida en abundancia.

A pesar de las recurrentes Fakenews, el Lawfare, que fue ejercido en contra del expresidente Luiz Ignacio Lula Da Silva y que le permitió conseguir todo el desvanecimiento y desenmascaramiento de este nefasto plan. Es impensable Brasil sin su histórico liderazgo en el Partido de los Trabajadores (PT) que, por cierto,  lo mantienen  como un firme candidato para las elecciones del 2022. Varios procesos judiciales le siguen a Bolsonaro, aunque vemos que no abandonará la candidatura a la reelección, aunque por ahora no surge un outsider que lo reemplace. Las encuestas posicionan al expresidente Lula, que sabemos le permitirá recuperar a Brasil de la madriguera del neoliberalismo y recuperar su liderazgo en Latinoamérica y El Caribe, desmontando toda la agenda perversa de injerencia nacida en el Pentágono norteamericano, sus complejos militares, industriales, financieros, la Reserva Federal, la CIA,

No son Bolsonaro, ni el milenials Nayib Bukele “progresista de derecha”, tampoco Iván Duque de Colombia, ni Guillermo Lasso en Ecuador, los ideólogos o mentores de sus represivos, xenófobos, misóginos, homofóbicos regímenes que han desatado una abierta persecución política selectiva a las y los  opositores,  que han criminalizado a la protesta social, que reprimen a los pueblos originarios, organizaciones sociales, populares, sino es el nefasto modelo neoliberal que está en ciernes y crisis , mismo que se torna más violento y represivo.

Vemos en el horizonte cercano, que en el 2022 Colombia se moviliza a la recuperación de la democracia a través del Pacto Histórico en donde confluyen diferentes corrientes del progresismo en un tejido plural de organizaciones sociales y políticas, de unidad en la diversidad.

Chile, el próximo 19 de diciembre en un balotaje electoral que enfrenta al social demócrata Sebastián Boric y el filofascista José Antonio Kast, admirador de Pinochet y que pretende retroceder en los derechos conseguidos con el último levantamiento popular  de octubre del 2019.

El pueblo chileno debe decidir entre la continuidad del neoliberalismo con varias décadas de memoria, de verdad y justicia todavía no reparadas por la sangrienta dictadura militar de Augusto Pinochet, en donde aún flotan los fantasmas a través de su Constitución, hoy La Convención Constituyente construye una nueva del tamaño de los sueños y del  pacto social del pueblo chileno, para enterrar treinta años de una pseudo democracia que ha perpetuado la explotación del pueblo y violación de derechos fundamentales, o defender y recuperar la democracia, la justicia social, la vida en plenitud, y ahí  vemos a Sebastián Boric en camino al Palacio de La Moneda.

Perú, la lucha sigue y sigue, mientras las ultraderechas neoconservadoras se inventan jugadas que son extraídas del mismo manual norteamericano, “vacancia” que significa intentar tomarse por asalto la democracia, no extraña que para ello cuentan con toda una estructura massmediática comunicacional y una enorme red de trollcenters, que difunden mentiras y abonan a la desestabilización.

Pedro Castillo, un hijo de los pueblos originarios del Perú, que tiene en su programa de gobierno la elaboración de una Nueva Constitución, de combatir las profundas metástasis de corrupción, tiene resistencia de esas perversas neoderechas que se acostumbraron por varias décadas a ver al Estado como su empresa o hacienda bananera.

Por ahora, nos queda invocar y convocar a la unidad en la diversidad profundizando el debate que nos permita arribar a puerto firme, sin perder el horizonte de que a través de la geopolítica de la emancipación podamos construir un modelo de desarrollo socioeconómico, socialmente solidario, complementario, de reciprocidad, construido sobre la base y columna vertebral de seres humanos y no del neoliberalismo que concentra riqueza y mantiene viva la lucha de clases.

América Latina y el Caribe somos región de paz, de desarrollo para millones de seres humanos, de hombres y mujeres, de cosmovisiones socioculturales, de diversos y diferentes modos de vida, de sociedades originarias, dueñas de estas tierras de Abya-Yala, en donde las ultraderechas neoconservadoras quieren estrangular el retorno de la segunda oleada del progresismo de izquierda plural de Patria Grande para todas y todes.

No podemos tapar el sol con un dedo, tenemos que aprender a discernir que unidos y unidas en la diversidad somos más fuertes, separados abonamos al perverso modelo generador de empobrecimiento y explotación, unidos y unidas construimos y construiremos nuestro camino de liberación, emancipación, autodeterminación antihegemónico y antiimperialista.

La batalla de las ideas está en pie de lucha contra el nefasto modelo neoliberal como expresó el comandante Fidel.