Si apenas son notables en los atlas geográficos, no hay modo de que sean titulares en los medios más grandes. Uno, por lo pequeñas que son las Islas Turcas y Caicos. Dos, porque se trata otra vez de ese obstinado gesto de la solidaridad que tanto incomoda a las potencias enormes, al gobierno del capital, a los que entienden la salud mediante las facturas contables de los servicios privados, de aquellos que cotizan el sobrevivir o no según la bolsa del mercado. Tres, porque es Cuba, nuevamente, la nación que se ofrece.