La revista RAYA tuvo acceso a miles de documentos clasificados de organismos de inteligencia militar colombianos donde queda en evidencia cómo espiaron a diplomáticos y funcionarios cubanos, líderes políticos de izquierda, periodistas y líderes sociales. Y que además, adulteraron información en el computador de un jefe guerrillero para inculpar a Cuba de la protesta violenta en Colombia.