Por Lázaro Barredo
El papel de Fidel en la historia de Cuba será como el de Martí, Apóstol de la Independencia, por el caudal de ideas, valores y principios que deja como legado para la presente y las futuras generaciones de patriotas cubanos. Poquísimos líderes políticos en el mundo pueden exhibir en los últimos cien años esa conducta de él tan vertical, que jamás actuó como veleta siguiendo el rumbo de los vientos, en defensa de la dignidad, soberanía, los derechos de los ciudadanos, la solidaridad y el humanismo que lo caracterizó, al precio que fuese necesario.