Por Moisés Pérez Mok
Puesto en jaque por un empresario al cual recibió en sigilo en el Palacio de Jaburu y luego tildó de fanfarrón, el presidente brasileño, Michel Temer, se ve ahora también contrariado por un enroque gubernamental fallido.
En una repentina decisión dominical, Temer nombró como nuevo ministro de Justicia a Torquato Jardim -un aliado incondicional que venía desempeñándose al frente de la cartera de Transparencia, Fiscalización y Control- en reemplazo de Osmar Serraglio, quien encabezaba el ministerio desde marzo último.