La gran caverna de Santo Tomás, con unos 46 kilómetros explorados, atrae a la mayoría de los visitantes por los tesoros que encierra, entre ellos obras de arte rupestre, añadió el experto.
Es necesario ascender por la ladera de una montaña para penetrar en el nivel séptimo de dicho sistema, allí una abertura en medio de la gruta regala una de las panorámicas más hermosas del paisaje circundante.