La maldad es popular. Ahora, un sondeo revela que también en la Casa Blanca, donde los estadounidenses preferirían ver a un malo de serie que al presidente real. Así, el manipulador y maquiavélico Frank Underwood, interpretado por Kevin Spacey en la aclamada House of Cards, un presidente demócrata que no tiene reparos en tirar al metro a una periodista entrometida o en asesinar a un congresista de su propio partido tiene un 57% de aprobación frente al 54% del real, Barack Obama, con el que solo coincide en filiación política, según una encuesta publicada hoy lunes por Reuters-Ipsos.