Por Patricio Montesinos
Las Naciones Unidas (ONU), las organizaciones internacionales, todos los gobiernos y pueblos del mundo, y los propios ciudadanos norteamericanos, deben poner freno de inmediato a las decisiones unilaterales, arbitrarias y desquiciadas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ponen en peligro la convivencia pacífica, los derechos humanos y la existencia futura de nuestro planeta.