Por Rubén G. Abelenda (*)
África y Cuba tienen un mismo corazón que late con ritmo solidario y de amistad fraterna desde que en la mayor de las Antillas triunfo la Revolución del 1 de enero de 1959, y su líder eterno, Fidel Castro, decidió acompañado de sus compatriotas ayudar desinteresadamente a los pueblos del llamado continente olvidado.