En cada aniversario de su nacimiento, el nombre de Fidel Castro reaparece con fuerza en el debate internacional. Más allá de los juicios ideológicos, su legado para el Sur Global es innegable, siendo un pequeño país que, bajo su liderazgo, se convirtió en actor clave de la política mundial y en símbolo de soberanía para los pueblos del Sur.
Desde que tomó el poder en 1959, Castro entendió que la independencia política no podía sostenerse sin independencia económica. Su rechazo a las recetas dictadas por Washington le ganó tanto admiración como enemistades.