Para la toma de Ramadi –en Irak– el Emirato Islámico se desplazó en columnas, ofreciendo así un blanco fácil a los ataques aéreos. Sin embargo, para sorpresa general, los aviones de la coalición internacional brillaron por su ausencia.
En Palmira, los yihadistas tomaron la precaución de desplazarse en pequeños grupos, para evitar los ataques de la aviación siria. Es evidente que la coalición internacional dirigida por Estados Unidos no combate seriamente a los yihadistas… y estos lo saben.