Este año, la ciudad de Nueva York se las vio con uno de los inviernos más fuertes en décadas.
En febrero las temperaturas llegaron a descender a -4,3 grados centígrados, un frío equivalente al de febrero de 1895 y uno de los más fuertes registrados en la historia de la ciudad.
Y junto con la fuerte helada, las calles de la Gran Manzana también están viendo un récord histórico en el número de indigentes.