Por: Aram Aharonian
La Cumbre de las Américas, prevista para el 6 de junio en la ciudad californiana de Los Ángeles, puede convertirse en un duro revés diplomático para Estados Unidos, un golpe a su hegemonía fisurada por la decisión de varios mandatarios de América Latina y el Caribe de no concurrir a la cita, de persistir la exclusión de países cuyos gobiernos no gustan a Washington.