El papa Francisco destacó este domingo la figura del arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, declarado beato en la víspera, de quien subrayó su entrega total por la causa de los pobres.
Romero eligió estar en medio de su pueblo, sobre todo entre los pobres y oprimidos, aún a costa de la vida, señaló.
El arzobispo salvadoreño fue beatificado el sábado por la Iglesia católica en San Salvador en una emotiva ceremonia que elevó al sacerdote a la categoría de beato y mártir de la fe, treinta y cinco años después de que fuera asesinado.