Los Médicos cubanos ganaron la distinción más alta: ¡El respeto infinito de los pueblos que luchan!
Hemos apoyado con toda el alma la campaña de la Iniciativa Griega para el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a la brigada médica Henri Reeve, sin abrigar falsas expectativas por si se lograba tal objetivo.
En un discurso pronunciado en 1967, al reflexionar sobre la dinámica que nos impone la necesidad de un desarrollo acelerado, Fidel Castro se caracterizaba a si mismo con esta expresión: