Por Luis Alberto Rodríguez Ángeles
Un año ha transcurrido desde los disturbios del 11 y 12 de junio en Cuba, cuando varias decenas de personas se lanzaron a las calles a protestar por el desabasto de productos, en una jornada que devino en la destrucción de propiedad pública, agresión a transeúntes y el ondeo de banderas estadounidenses en los puntos de las reyertas.