El gobierno no electo de Brasil decidió mediante un decreto presidencial abrir las puertas de una gigantesca reserva natural de la Amazonía a empresas mineras. Esta decisión es “un grave retroceso en la lucha” para proteger el pulmón verde del mundo, denunció un grupo de activistas del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
“Es el mayor ataque a la Amazonía en los últimos 50 años. Ni la dictadura militar osó tanto”, señaló a medios locales el senador ambientalista Randolfe Rodrigues.