#Venezuela sale de la #OEA, digno ejemplo a imitar
Por Ana Hernández Hernández (*)
La noticia corrió como pólvora en internet: Venezuela se retira de la Organización de Estados Americanos (OEA), lo anunciaba la canciller de la nación suramericana, Delcy Rodríguez, tras la indicación que diera el presidente legítimo del país, Nicolás Maduro, quien como jefe de Estado y amparado por la Constitución Bolivariana, posee atribuciones exclusivas para tal actuación.
Una vez el Ministerio de las Colonias Yanquis, encabezado en esta oportunidad por el entreguista y palanganero, el uruguayo Luís Almagro, ha adoptado una decisión infame e inmoral contra la Revolución Bolivariana y contra el pueblo venezolano, reeditando de esta manera las bochornosas páginas contra Cuba en la ya lejana décadas de los sesentas del pasado siglo.
En esta oportunidad fue bien lejos el apetito injerencista de Almagro con la OEA, convocó a una Reunión de Consultas de Ministros de Relaciones Exteriores, para continuar hostigando al gobierno venezolano, lo que reafirma el papel palanganero de esta organización regional con los mandatos imperiales.
La OEA se ensaña con Venezuela, con el propósito de ponerle fin a la Revolución Bolivariana, gobiernos como el de Argentina y Brasil hacen añicos los derechos elementales de sus ciudadanos con aplicación de políticas neoliberales, en México se desaparecen cientos de personas, asesinan a periodistas; en Colombia se tambalea el proceso de paz con el recrudecimiento del paramilitarismo, mientras el “ilustre” Almagro con el combo que dirige parece no ver estos acontecimientos.
Ante esta última agresión la tierra de libertadores adoptó la digna posición de retirarse de semejante engendro, luego de soportar con valentía el acoso, la injerencia y la ignominia de la que ha sido objeto por parte de su enfermizo Secretario General, quien desde su ascenso al frente de la maltrecha y moribunda organización más del cincuenta por ciento de sus acciones han estado dirigidas a enfrentar y difamar del gobierno venezolano, y en determinado momento llegó hasta poner en duda la legitimidad de una Constitución que fue aprobada por abrumadora mayoría en referendo popular.
Venezuela se retira de la OEA por dignidad, por su independencia, por su soberanía, por la Paz y el futuro de nuestra Patria, así lo expresó la canciller Delcy Rodríguez, mientras que unas horas después Evo Morales, presidente de Bolivia, otra de las naciones atacadas por este organismo regional, expresó: “Luis Almagro está destrozando la OEA”, y en efecto no se equivoca el gran jefe indio, la salida de Venezuela de esa organización la quebranta y la debilita.
Estas palabras de Evo Morales traían a mi mente al invicto Comandante en Jefe Fidel Castro y algunas de sus tantas reflexiones acerca del muy bien calificado Ministerio de las Colonias Yanquis: “¿Es que en esa podrida institución existe una CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos)? Sí, existe, me respondo. ¿Y cuál es su misión? Juzgar la situación de los derechos humanos en los países miembros de la OEA. ¿Estados Unidos es miembro de esa institución? Sí, uno de sus más honorables miembros. ¿Ha condenado alguna vez al Gobierno de Estados Unidos? No, jamás. ¿Ni siquiera los crímenes de genocidio cometidos por Bush, que han costado la vida a millones de personas? No, ¡nunca!, cómo va a cometer esa injusticia. ¿Ni siquiera las torturas de la Base de Guantánamo? Que nosotros sepamos, ni una palabra”. (“Otra vez la podrida OEA”, del 8 de mayo del 2009)
En su reflexión: “¿Tiene la OEA derecho a existir?” del 14 de abril del 2009 afirmaba: “La OEA tiene una historia que recoge toda la basura de 60 años de traición a los pueblos de América Latina”. “No ha prestado un solo servicio a nuestros pueblos; es la encarnación de la traición”.
Como la verdadera encarnación de la traición, nunca la OEA ha propiciado el diálogo en Venezuela, por el contrario con su actuar parcializado ha contribuido a las más violentas y desesperadas arremetidas de la derecha en ese país, cuyo saldo ya deja más de 40 muertes y varios puntos económicos-sociales del país destrozados.
Con el largo historial de injerencia y traiciones de la OEA para con los pueblos de América Latina, el ejemplo que ha dado Venezuela a la Patria Grande y el mundo es digno de imitar por quienes rechacen la sumisión y el chantaje. (Pensando Américas)
(*) Periodista cubana colaboradora de Pensando Américas