#Venezuela, profundizar la #Revolución
Por Agustín Palermo (*)
Si comparamos el tratamiento incendiario que le dio la gran prensa en el primer semestre de este año a Venezuela con el tratamiento que le están dando en estos meses recientes, se evidencia un cambio; en el pasado la derecha reaccionaría venezolana acuerpada por las oligarquías latinoamericanas y Washington, se veía triunfante y creía que la toma de Miraflores estaba a la vuelta de la esquina; hoy saben, no solamente que han sido duramente derrotados, sino que recomponerse les llevará muchos años; y mientras el gobierno chavista sepa seguir construyendo patria, asimilando las lecciones que le ha dejado la historia con Hugo Chávez y después de él, entonces se tendrá Revolución Bolivariana como se tiene Revolución Cubana: invencible.
Pero esa gran prensa sigue aullando, y deposita sus esperanzas en el imperio encabezado por Trump, uno de los presidentes más ignorantes de su historia, y confían en las ocurrencias que ejecute contra Venezuela, como por ejemplo bloquear a la nación por cielo, tierra y mar. Las voces que hoy respaldan a esa caricatura de emperador, son los mismas que desde hace varias décadas hablan de derechos humanos.
A nadie le queda duda que la Revolución Bolivariana va, pero el bloqueo informativo continúa; tanto es así que poco o nada se sabe fuera de Venezuela del sabotaje eléctrico, el contrabando, el desabastecimiento de medicinas y alimentos que todavía existen, y que son llevados a cabo por esa oligarquía rancia que aún sobrevive. Por eso el pueblo desea que les sea asestado el último y definitivo batacazo.
En todo este proceso revolucionario, incluyendo las elecciones de la Constituyente, poco a poco se fueron conociendo a los verdaderos enemigos de la paz y la democracia en la patria de Bolívar; algunos fueron detenidos y apresados porque pesaba sobre ellos acciones delictivas, como fomentar el odio, la violencia y la muerte de decenas de ciudadanos. Los revolucionarios del mundo y mucha gente que sin ser partidaria del gobierno, pero son personas decentes y demócratas, después de haber presenciado tanta muerte a manos de la oposición, lo menos que anhelan para que el Estado de Derecho se fortalezca, es el cumplimiento de la justicia y la reparación a las víctimas y sus familiares. Sin duda que en esa tarea está el gobierno bolivariano y sus instituciones democráticas, tal como lo prometió el propio presidente Nicolás Maduro.
Hoy la gente -dentro y fuera de Venezuela- mira con preocupación la fuga de algunos de los traidores de la patria, los cuales le han hecho demasiado daño al pueblo, entre ellos están Luisa Ortega, Freddy Guevara y Antonio Ledezma. Surge la pregunta ¿será menos problema tenerlos fuera que dentro del país? Independientemente de la respuesta, no es posible que huyan de la justicia; ellos nos son delincuentes comunes, son personajes directamente implicados en robos, crímenes y violencia contra el pueblo. Alguien tiene que ser responsable de la fugas de estos enemigos de la patria.
Hablando de revoluciones, ante casos similares en Cuba, el pueblo le pedía a Fidel, que mueva la mata, pero que también apriete, porque a un pueblo digno y valiente no hay nadie que lo irrespete. (Pensando Américas)
(*) Colaborador de Pensando Américas