LA HABANA, 14 de agosto de 2015. En horas de la mañana del viernes 14 de agosto, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, recibió en la sede de la Cancillería cubana a su homólogo estadounidense John Kerry.

Durante el encuentro, que se desarrolló en un ambiente respetuoso y constructivo, ambos cancilleres abordaron aspectos de interés bilateral, incluyendo los pasos que los dos países deben dar para avanzar en el proceso hacia la normalización de las relaciones.

Los cancilleres acordaron establecer una comisión bilateral para definir los temas que deberán ser abordados en la fase que se inicia tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, incluyendo los asuntos pendientes de solución que se han acumulado a lo largo de las últimas cinco décadas. 

La comisión también examinará las potencialidades de cooperación en nuevas áreas de interés mutuo. Ambos cancilleres coincidieron en la importancia de consolidar los mecanismos de cooperación bilateral ya creados y ampliarlos a nuevas esferas como la protección del medio ambiente, la salud, la ciencia y el cumplimiento y la aplicación de la ley.

El ministro Rodríguez Parrilla ratificó al Secretario de Estado que el levantamiento total del bloqueo es esencial para poder tener relaciones normales entre ambos países, así como la devolución del territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval en la bahía de Guantánamo, la compensación al pueblo cubano por daños humanos y económicos, y el pleno respeto a la soberanía de Cuba. Asimismo, al reconocer que el presidente Obama se ha pronunciado a favor de la eliminación del bloqueo y ha llamado al Congreso a levantarlo, subrayó que el mandatario norteamericano tiene facultades ejecutivas que le permiten continuar adoptando medidas para modificar su aplicación y contribuir a su desmantelamiento.

Por otro lado, el Ministro le reafirmó al secretario Kerry la voluntad del gobierno cubano de trabajar para normalizar las relaciones, sobre bases de respeto e igualdad, sin menoscabo a la independencia y soberanía de Cuba y sin injerencia en los asuntos internos cubanos y que, a pesar de nuestra diferencias, es posible que los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos construyan relaciones civilizadas y respetuosas, distintas en su naturaleza a las de toda la historia anterior, y privilegien la cooperación en disímiles áreas de interés y beneficio mutuo. 

Tomado del Cubaminrex